Nuestra Señora de las Lágrimas en Hungría
Una imagen mariana que derramó lágrimas de manera milagrosa como su ícono original.
El 1, 2 y 5 de agosto de 1715 la réplica de la imagen de la Virgen María también empezó a llorar. Lo mismo sucedió siglos después, en diciembre de 1905. Se dice que en esta última ocasión derramó lágrimas por casi un mes.
En Hungría, país que visita el Papa Francisco del 28 al 30 de abril, se encuentra el Santuario de Máriapócs
La iglesia de Máriapócs, Hungría, es el santuario mariano más célebre y visitado del país. Está adscrita a un monasterio de los Padres Basilianos de San Josafat, de rito bizantino. Cada año recibe entre 600,000 y 800,000 peregrinos de rito latino o bizantino.
Historia
El pueblo, cuyo antiguo nombre era Pócs, se dio a conocer hasta finales del siglo XVII. En aquella época, Hungría todavía estaba ocupada por las tropas otomanas: la población se moría por el hambre y las enfermedades; el calvinismo, introducido desde Suiza, se propagaba, especialmente en el este del país.
En 1696, László Csigár, mandó pintar un cuadro de la Virgen en acción de gracias por su milagroso escape de las prisiones turcas, destinado a la pequeña iglesia de la comunidad greco-católica local. Este cuadro fue realizado por István Papp, hermano del párroco.
Durante la misa del 4 de noviembre de 1696, la imagen de la Virgen María derramó lágrimas. Esta lacrimación duró quince días y continuó de forma intermitente hasta el 8 de diciembre. Estuvo acompañada de numerosos milagros: conversiones de musulmanes, protestantes, curaciones.
Los milagros atrajeron un número creciente de peregrinos, así como la atención de las autoridades. Un oficial general austriaco examinó la imagen. El obispo de Eger, monseñor György Fenessy, realizó una investigación. Tras escuchar a 53 testigos -entre ellos protestantes- se reconoció la milagrosa realidad de los hechos.
La traslación del ícono
En el estado de desolación en que se encontraba el reino, este acontecimiento fue reconocido como providencial por el emperador de Austria, Leopoldo I, que también era rey de Hungría. Por tanto, solicitó el traslado del ícono milagroso a Viena. Sin embargo, una copia permaneció en el lugar original.
La traslación fue triunfal y la imagen fue recibida con gran júbilo por los vieneses. La imagen fue depositada en la catedral, donde se encuentra actualmente. Los fieles rezaron incansablemente a la Virgen para que los protegiera de los otomanos, parcialmente repelidos por la victoria de Kahlenberg (1683). Pronto, el peligro se disipó definitivamente con la victoria de Zenta, actualmente en Serbia, obtenida por Eugenio de Saboya, una de las peores derrotas jamás infligidas al Imperio Otomano.
En la región de Máriapócs, las conversiones se multiplicaron y la ciudad se convirtió en un centro de ferviente catolicismo para toda la región. Aunque los habitantes lamentaron ver partir su preciosa imagen.
Nuevas lacrimaciones
Sin embargo, su devoción fue recompensada. El 1 de agosto de 1715, durante la misa, la copia dejada en lugar de la imagen original comenzó a llorar. Cientos de personas fueron testigos de este nuevo prodigio durante tres días. Monseñor Gábor Antal Erdődy, obispo de Eger, realizó una nueva investigación que concluyó que se trataba de un evento de naturaleza milagrosa, también acompañado de otros milagros.
Una tercera lacrimación se produjo el 3 de diciembre de 1905, fenómeno que se prolongó hasta finales de año. Solo fue objeto de una investigación local.
Después de la segunda lacrimación, la estrechez de la primera iglesia hizo necesaria la construcción de una nueva. La iglesia fue construida entre 1731 y 1756 en estilo barroco. Luego, la copia del ícono se retiró del iconostasio y se colocó en su lugar actual.
El 1 de diciembre de 2005, Máriapócs fue declarado santuario nacional y Hungría fue puesta bajo la protección de Nuestra Señora de las Lágrimas.
(Fuentes: Notre-Dame /biblisem.net)