San Pío V, Lepanto y el Rosario

San Pío V, Lepanto y el Rosario

7 de octubre de 2024 0 Por Gospa Chile

Lepanto: la batalla histórica contra los turcos que se ganó rezando el rosario

«Dame un ejército que rece el rosario y conquistaré el mundo». El futuro de Europa se jugaba todas las fichas en un solo campo de batalla. Un ejército, compuesto en su mayoría por españoles, con don Juan de Austria a la cabeza y bajo el amparo del Papa Pio V; se dirigían al infierno turco para salvar su continente. El papa pidió que se rezara el Rosario. En aquella batalla se jugó mucho más que un territorio… se puso en jaque toda una cultura, una forma de ver el mundo, unos valores…

El ejército de Don Juan derrotó a los turcos el 7 de octubre de 1571 en la Batalla de Lepanto. Por eso el Papa, dedicó este mes al Rosario, en agradecimiento a esta victoria tan importante. Desde entonces, no han sido pocos los milagros que se han atribuido al rezo de esta oración -que a veces nos cuesta tanto rezar-. De hecho, la propia Virgen María en Fátima expresó su amor por esta tradición.

¿Cuándo y dónde nació el rosario?

El Rosario nace en el seno de diferentes órdenes religiosas, probablemente en el siglo X. Era un formato distinto, y la costumbre consistía en rezar la friolera de 150 Padresnuestros al día. En el siglo XII aumenta la devoción a la Virgen y por eso algunos de esos 150 Padresnuestros se transforman en Avemarías -así además se hacía la cosa más ligera-. Un siglo más tarde se empieza a generalizar el uso de ‘contadores’, por aquello de ayudar a llevar la cuenta de tanta oración.

En el siglo XIV esta tradición pasa a los laicos gracias a las órdenes mendicantes. Por aquel entonces se denominaba el ‘Salterio de María’ y un siglo más tarde, en 1475 se funda la primera Cofradía del Rosario. Parece que en el siglo XV la gente tenía más fuerza de voluntad, y esta cofradía tiene tanto éxito que empiezan a multiplicarse.

Casi cien años más tarde, los fieles cristianos rezaban en todo el continente por la victoria en la batalla de Lepanto a petición del Papa Pio V. Y vencimos. El Papa Gregorio XIII atribuyó la victoria a la Virgen e instauró la fiesta de la Virgen del Rosario el primer domingo de octubre -que posteriormente pasó a fijarse al 7 de octubre (día de la batalla de Lepanto).

Alguien podrá preguntarnos si los títulos de Auxilio de los Cristianos y Reina del Santísimo Rosario que invocan a María como protectora de las tropas cristianas en su combate contra los infieles no se opone a la condenación que algunos Papas contemporáneos han hecho de la guerra.

La respuesta depende de si puede existir una guerra justa o si todas las guerras, son en sí mismas injustas. El tema es sumamente importante, pues él envuelve otros aspectos colaterales, como si es lícito utilizar la fuerza física para inutilizar la capacidad nociva del enemigo. Y en definitiva, si siempre debemos creer que no existen personas ni organizaciones, ni países con malas intenciones y proyectos inicuos, como por ejemplo los del Estado Islámico que asola Siria e Irak expulsando y matando las comunidades cristianas y destruyendo obras de arte del patrimonio mundial.

Para responder a estas importantes interrogantes nos serviremos de las palabras pronunciadas por el Profesor Roberto de Mattei, autor del libro: “Plinio Correa de Oliveira, el cruzado del siglo XX”, por ocasión de su lanzamiento en la ciudad de Oporto en Portugal.


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