Súplica en las catástrofes
Señor Dios Misericordioso,
que dominas los Cielos y la Tierra y calmas las tempestades,
escucha nuestras súplicas y aleja la furia de
la naturaleza de toda la tierra,
para que nuestro temor se convierta en jubilosa acción de gracias.
Te lo pedimos por intercesión de nuestra Madre Santísima Reina de la Paz.
Amén
Santísima Virgen, Madre de Dios, yo, aunque indigno pecador postrado a Tus pies en presencia de Dios omnipotente, te ofrezco este mi corazón con todos sus afectos. A Ti lo consagro y quiero que sea siempre Tuyo y de Tu hijo Jesús.
Acepta esta humilde oferta, Tú, que siempre has sido la auxiliadora del pueblo cristiano.
Oh María, refugio de los atribulados, consuelo de los afligidos, ten compasión de la pena que tanto me aflige, del apuro extremo en que me encuentro.
Reina de los cielos, en Tus manos pongo mi causa. Sé bien que en los casos desesperados se muestra más potente Tu misericordia y nada puede resistir a Tu poder. Alcánzame, Madre mía, la gracia que te pido si es del agrado de mi Dios y Señor. Amén.
Dios de justicia, apóyanos.
Señor Dios, necesitamos tu ayuda.
Señor, escúchanos y ayúdanos.
Para que a través de este tiempo de tragedia en (mencione las áreas), los más afectados y quienes
más han perdido sientan la presencia de Dios y el consuelo del Espíritu Santo, oremos…
Para que todos los Cristianos recuerden a sus hermanos y hermanas en dificultades y contribuyan
con su tiempo o tesoro para ayudarles en su continua necesidad, oremos…
Para que nuestras oraciones se eleven como incienso por los afectados en los desastres,
especialmente por quienes han perdido la vida intentando ayudar a otros, oremos…
Por todos los que tenían poco que perder y han sobrevivido a un desastre—para que de alguna
manera sepan que Dios nunca se aparta de nosotros, oremos…
Por toda la creación de Dios que ha sido arrancada o destruida por un terremoto, viento, fuego y
lluvia—para que la belleza natural de la tierra sea restaurada con el tiempo, oremos…
Movidos por el Espíritu, pedimos el dulce consuelo de Dios para quienes han perdido sus bienes
materiales y tienen muy poco al volver tras haber sido evacuados, oremos…
Apoyados por Jesús, nuestro hermano, pedimos que Dios envíe a su Hijo—de nuevo— para
motivar la recuperación y llevar a todos los que sufren la gozosa redención en sus vidas,
oremos…
Oremos para que, al condenar y reconocer la violencia de los desastres naturales, trabajemos
juntos para proteger y renovar la buena tierra que Dios nos ha dado, oremos…
Fortalecidos por la fuerza del Espíritu Santo, te pedimos que todas las personas comiencen a
respetar el crecimiento del cambio climático y trabajen para prevenir sus efectos, oremos…
Por todos los que se encuentran sin hogar o sin medios económicos para sobrevivir a un desastre
natural continuo, para que encuentren la fortaleza a través de nuestro compromiso de orar por
ellos, oremos…
Para que nuestras agencias de servicios sociales tengan los medios financieros que necesitan para
restablecer a una vida decente a las personas afectadas por desastres naturales, oremos…
Para que quienes se encuentran sin hogar encuentren una vivienda adecuada, y eventualmente,
viviendas permanentes, oremos…
Que niños, padres y abuelos no pierdan la esperanza a causa de a un desastre natural, oremos…
Intercesiones más Simples que Puede Ser Utilizadas para la Oración de los Fieles
Por quienes sufren la pérdida de sus hogares, oremos…
Por quienes han sido heridos de alguna manera, durante este desastre natural, oremos…
Por los más pequeños y los ancianos—los más vulnerables en los desastres naturales, oremos…
Por los que ya no pueden regresar a su trabajo, oremos…
Por las personas cuyos lugares de culto han sido destruidos, oremos…
Por aquellos cuyas familias están dispersas o temporalmente desplazadas, oremos…
Por quienes necesitan medicamentos, comida o agua, oremos…
Por los líderes y primeros socorristas en tiempos de tragedia, oremos…
Por los voluntarios que aconsejan, asesoran y apoyan a las víctimas de desastres, oremos…
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia,
vida, dulzura y esperanza nuestra.
Dios te salve.
A Ti clamamos los desterrados hijos de Eva,
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora Abogada Nuestra,
vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos,
y después de este destierro, muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre.
Oh, clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén