Santa Marta

Santa Marta

27 de julio de 2024 0 Por Gospa Chile

Una cosa es necesaria. Marta, María y Lázaro e Betania


Santo Evangelio

Evangelio según san Lucas 10, 38-42

Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que sentada a los pies del Señor escuchaba su Palabra.

Marta, que estaba muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: “Señor, ¿no te importa que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude”.

Pero el Señor le respondió: “Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas, y sin embargo, una sola cosa es necesaria. María eligió la mejor parte, que no le será quitada”.

  • Meditación

Primer Punto: El Señor, que vino a su casa, y los suyos no lo recibieron (Jn 1), fue aceptado como huésped; por esto sigue: «Y una mujer, que se llamaba Marta, le recibió en su casa», etc. Lo acogió como suele recibirse a los peregrinos; sin embargo, en realidad la sierva recibió a su Señor, la enferma a su Salvador, la criatura a su Creador. Y no digas: «Bienaventurados los que merecieron recibir a Cristo en su propia casa». No te aflijas, puesto que ha dicho:»Lo que hicisteis a uno de mis pequeñuelos, a mí me lo hicisteis» (Mt 25,40). Tomada la forma de siervo, quiso en ella ser alimentado por sus siervos, por dignación, no por condición. Tenía carne en la que sentía el hambre y la sed; pero cuando tuvo hambre en el desierto, los ángeles le servían (Mt 4). Por ello, si quiso ser alimentado, lo hizo por el que lo alimentaba. Marta, pues, disponiendo y preparando la comida al Señor, se ocupaba en su servicio; pero María, su hermana, eligió más bien ser alimentada por el Señor. Pues, sigue: «Y ésta tenía una hermana, que se llamaba María, que sentándose junto a los pies del Señor, oía su palabra». (San Agustín) 

Segundo Punto: Con su ejemplo enseña a sus discípulos cómo deben portarse en las casas de aquellos que los reciben; para que cuando vayan a alguna casa no estén allí ociosos, sino dando santas y divinas enseñanzas a quienes los reciben. En cuanto a los que preparan la casa, éstos deben salir a su encuentro con fervor y alegría por dos razones: primera, porque serán edificados por aquellos que reciben, y segunda, porque recibirán el premio de su caridad. (San Cirilo)  

 Tercer Punto: María, que escuchaba sentada las palabras del Señor, se expresa la vida contemplativa; y por Marta, ocupada en las cosas exteriores, la vida activa. El cuidado de Marta no se reprende, pero se alaba el de María; son grandes los méritos de la vida activa, pero son mayores los de la contemplativa. Se díce además que nunca le será quitada la parte a María, porque las obras de la vida activa pasan con el cuerpo, mientras que los goces de la vida contemplativa mejoran al fin. (San Gregorio)

+ Mensaje 

“¡Queridos hijos! Hoy quiero hacerles esta invitación: OREN, OREN, OREN! En la oración, ustedes conocerán el gozo más grande y encontrarán la solución a cualquier situación difícil. Gracias por los progresos que hacen en la oración! Cada uno de ustedes es querido a mi Corazón y agradezco a todos aquellos que han incrementado la oración en sus familias. Gracias por haber respondido a mi llamado! ” (Mensaje 28 de Marzo de 1985)

• Coloquio:

Dios, Padre nuestro, Te damos gracias por hablarnos en este tiempo a través de María. Te pedimos el don del ayuno y la renuncia y que nos liberes de todo lo que nos impide estar cerca de Jesús, Tu Hijo, el Emmanuel. Libéranos de toda soberbia y egoísmo y de cualquier miedo o desconfianza. Danos un profundo anhelo por Su cercanía y a través de El, por la cercanía a Ti, oh Padre. Danos el espíritu de oración y a través de Tu Espíritu revélanos Tu voluntad para nosotros. Ayúdanos a vencer nuestra propia voluntad y que nunca más mi voluntad nos distancie de Ti.  (Fr. Slavko Barbaric, Medjugorje, Marzo 27 de 1998)

  • Comunión Espiritual 

 “Padre eterno, permitid  que os ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid  esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)