Pidan y se les dará, Jueves  I Cuaresma

Pidan y se les dará, Jueves  I Cuaresma

12 de marzo de 2025 0 Por Gospa Chile

Hijitos, la oración hace milagros…


  • Oración al Espíritu Santo

Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén


+Santo Evangelio

Evangelio según según  San Mateo  7, 7-12

Jesús dijo a sus discípulos:

Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá.

¿Quién de ustedes, cuando su hijo le pide pan, le da una piedra? ¿O si le pide un pez, le da una serpiente? Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre de ustedes que está en el Cielo dará cosas buenas a aquéllos que se las pidan!

Todo lo que deseen que los demás hagan por ustedes, háganlo por ellos: en esto consiste la Ley y los Profetas.


  • Meditación

Primer Punto: ¿Quién es más amigo nuestro que aquel que ha entregado su cuerpo por nosotros? Aquí se nos da a conocer otro precepto, es decir, que oremos en todo momento (no sólo durante el día sino también de noche). Sigue pues: «Y le irá a él a media noche». Como pidió David cuando decía (Sal 118,62): «Me levantaba a media noche a tributarte gracias». Y no temió que se despertase del sueño, porque sabe que siempre está despierto; pues si aquél tan santo y que estaba ocupado en las cosas del reino, alababa al Señor siete veces al día (según se nos dice en el mismo salmo 118), ¿qué debemos hacer nosotros? ¿No debemos orar tanto más, cuanto que con tanta facilidad pecamos por la fragilidad de nuestro cuerpo y de nuestro espíritu? Si amas al Señor tu Dios, no sólo puedes merecer para ti, sino también para los demás. Sigue, pues: «Y le dirá: amigo, préstame tres panes», etc. (San Ambrosio)

Segundo Punto: el amigo a quien se viene a la media noche para que nos dé tres panes, también se pone como un símil de aquel que, cuando se encuentra en alguna tribulación, pide a Dios le conceda conocer el misterio de la Santísima Trinidad para consolarse en las penas de la vida presente. Porque la tribulación es como la media noche, en la que es preciso instar mucho para conseguir los tres panes; y en éstos se representa también que la Trinidad es de una sola sustancia. El amigo que viene de camino es el apetito del hombre que debe servir a la razón, pues servía a las cosas temporales, a las que llama camino -porque todas son pasajeras, siendo así que se aparta de ellas aquel apetito por la conversión del hombre a Dios-. Pero si no consuela interiormente la alegría de la doctrina espiritual en que se anuncia la Trinidad del Creador, experimenta grandes aflicciones el hombre, a quien oprime una pena mortal. Así sucede cuando se le manda prescindir de las cosas que le agradan en el exterior e interiormente no pueden saciarse con la alegría de la doctrina espiritual. Y sin embargo, rogando y deseando recibe del Señor la inteligencia, aunque no tenga hombre que le anuncie la sabiduría. Sigue pues: «Y si el otro porfía», etc. Esta comparación es inferior a la realidad, porque si el hombre amigo se levanta de su lecho y da, no impulsado por la amistad, sino por el fastidio, ¿cuánto más da Dios, que sin fastidio da con largueza lo que se le pide?. (San Agustín)

 Tercer Punto: Mas si debilitado por el pecado no puedes orar con atención, haz todo lo que puedas para dirigir tu pensamiento a Dios, recordando que lo tienes presente. Dios te perdonará porque no puedes estar en su presencia con la atención debida, no por tu negligencia, sino por tu fragilidad. Si de este modo luchas contigo mismo, no dejes la oración hasta que alcances lo que pides. Por tanto, cuando pides y no recibes, es porque pides mal, o sin fe, o con ligereza, o lo que no te conviene, o porque te cansas. Con frecuencia dicen algunos: ¿por qué oramos?, ¿acaso ignora Dios lo que necesitamos? Lo conoce, en verdad, y nos concede las cosas espirituales con profusión y antes que las pidamos. Pero conviene que deseemos desde luego las obras virtuosas y el Reino de los Cielos, buscándolo con este deseo, usando de toda nuestra fe y paciencia, y no arguyéndonos la conciencia de ninguna falta. (San Basilio)


+ Mensaje

“Queridos hijos! También hoy, los invito a la oración. Hijitos, la oración hace milagros. Cuando ustedes estén cansados y enfermos y no saben cuál es el sentido de vuestra vida, tomad el rosario y orad, hasta que la oración llegue a ser para vosotros, un alegre encuentro con vuestro Salvador. Yo estoy con ustedes e intercedo y oro por vostros, hijitos.Gracias por haber respondido a mi llamado!”  (Mensaje, 25 de abril de 2001)


• Coloquio:

Danos la fortaleza para que, a través de nuestra vida, lleguemos a ser apóstoles del amor. Perdónanos por todo lo que no es amor en nosotros. Te pedimos a nombre de todos los bautizados y de todos los que se llaman cristianos que podamos decidirnos por el amor y la paz. Te rogamos que nuestros corazones se abran a la resurrección que Tú, oh Jesús, nos ofreces por medio de Tu Resurrección. María, contigo le pedimos al Señor que nos bendiga a todos, a todos los peregrinos y al mundo entero, a fin de que este año del Espíritu Santo seamos iluminados y que por T u intercesión encontremos el camino al Señor. Por Cristo Nuestro Señor, ¡una feliz Pascua de Resurrección! Amén.  (Fra. Slavko , Medjugorje, Medjugorje, Marzo 27 de 1998)


  • Comunión Espiritual

 “Padre eterno, permitid  que os ofrezca el Corazón de Jesucristo,  vuestro  Hijo muy  amado, como se ofrece Él mismo, a Vos  en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos  y actos de este Sagrado Corazón. Todos son  míos, pues Él se inmola por mí,  y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por  sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia  final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra  Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)