
A esta generación se le pedirá cuenta. Jueves XXVIII
Evangelio Diario y Meditación
Oración al Espíritu Santo
Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén
Santo Evangelio:
Evangelio según según san Lucas 11, 47-54
Jesús dijo a los fariseos y a los doctores de la Ley: “¡Ay de ustedes, que construyen los sepulcros de los profetas, a quienes sus mismos padres han matado! Así se convierten en testigos y aprueban los actos de sus padres: ellos los mataron y ustedes les construyen sepulcros.
Por eso la Sabiduría de Dios ha dicho: «Yo les enviaré profetas y apóstoles: matarán y perseguirán a muchos de ellos». Así se pedirá cuenta a esta generación de la sangre de todos los profetas, que ha sido derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. Sí, les aseguro que a esta generación se le pedirá cuenta de todo esto.
¡Ay de ustedes, doctores de la Ley, porque se han apoderado de la llave de la ciencia! No han entrado ustedes, y a los que quieren entrar, se lo impiden”.
Cuando Jesús salió de allí, los escribas y los fariseos comenzaron a acosarlo, exigiéndole respuesta sobre muchas cosas y tendiéndole trampas para sorprenderlo en alguna afirmación..
Meditación
Primer Punto: La reprensión, que hace obrar mejor a los humildes, suele ser intolerable para los hombres soberbios. Por lo que cuando el Salvador reprendía a los fariseos, que se separaban del verdadero camino, se ofendía por ello la turba de los doctores de la ley. Por esto dice: «Entonces uno de los doctores de la ley, le dijo: Hablando así, nos afrentas también a nosotros». (San Cirilo)
Segundo Punto: Jesucristo devuelve a los doctores de la ley su invectiva y humilla su vana arrogancia. Por esto sigue: «Y El dijo: ¡Ay de vosotros igualmente, doctores de la ley, porque echáis a los hombres!», etc. Usa de un ejemplo evidente para confundirlos. La ley era pesada para los judíos, como confiesan los discípulos del Salvador; pero los doctores de la ley, reuniendo como en un haz los preceptos de la ley, los imponían sobre sus súbditos y no se cuidaban de trabajar. (San Cirilo)
Tercer Punto: Fingían, en efecto, para captarse el amor del pueblo, que miraban con horror la perfidia de sus padres, adornando con magnificencia los sepulcros de los profetas que ellos habían muerto; pero en esto mismo manifiestan cuánto consentían en la iniquidad de sus padres, injuriando al Señor anunciado por los profetas. Por lo cual dice: «Por eso dijo también la sabiduría de Dios: Les enviaré profetas y apóstoles, y matarán a unos y perseguirán a otros». (Beda)
Mensaje
“Queridos hijos: estoy en medio de vosotros porque deseo ayudaros a superar las pruebas que este tiempo de purificación pone delante de vosotros. Hijos míos, una de ellas es el no perdonar y el no pedir perdón. Cada pecado ofende el amor y os aleja de Él; ¡el amor es Mi Hijo! Por eso, hijos míos, si deseáis caminar conmigo hacia la paz del amor de Dios, debéis aprender a perdonar y pedir perdón. ¡Os lo agradezco!” (Mensaje 2 de Septiembre 2010)
Coloquio
Señor, Te damos gracias por ser nuestro Creador. Te damos gracias por el grandioso don de la vida. Te pedimos ahora que nos des la gracia de estar unidos a Ti y que nos liberes de todo lo que nos desune de Ti. Te pedimos que nos reveles Tu voluntad y el sentido de nuestra vida. Danos la gracia de entender Tu amor. Te damos gracias, oh Señor, por enviarnos a la Madre de Tu Hijo y por toda la ayuda que nos das a través de Ella. Danos la gracia de entender que no tenemos futuro sin Ti. Tú lo eres todo para nosotros. (Fray Slavko Barbaric, 25 de Abril de 1997)
Comunión Espiritual
“Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)