Estamos en el camino de Adviento
Volver a Dios es la clave del futuro. No hay futuro sin volver a Dios.
Queridos amigos,
Estamos en el camino de Adviento rumbo a la Santa Navidad. Es importante que Dios vea en nuestro corazón un acercamiento a la fe, al misterio de la Natividad. El Niño Jesús dijo: «Yo soy vuestra paz, vivid mis Mandamientos» (25 de diciembre de 2012). La esperanza es que los signos de la Natividad también se ubiquen en las casas, los lugares de trabajo y los pueblos. Esto logra la bendición del Señor, que tanto necesitamos.
Volver a Dios es la clave del futuro. No hay futuro sin volver a Dios.
En el último mensaje hay una expresión de Nuestra Señora sobre la reflexión que me gustaría escuchar: «Dios es tu amor». Cuantas veces la Reina de la Paz nos ha dicho que Dios nos ama, es el corazón del mensaje cristiano, que al leer el Nuevo Testamento esto emerge en su grandeza. El amor de Dios se manifiesta en Jesucristo; el amor de Cristo se manifiesta en la Cruz; en las hermosas Cartas de San Juan el apóstol habla del amor de Dios.
Dios nos ama, pero a veces olvidamos que debemos corresponder a este amor. No somos salvos porque Dios nos ama, somos salvos porque correspondemos a este amor.
Nuestra Señora introdujo una nueva expresión en los mensajes cuando digo que Dios es nuestro amor. Es una hermosa expresión que me parece muy interesante porque completa la otra, es decir que satanás quiere destruir nuestra vida y el planeta que pisamos pero Dios nos ama y lo envió a salvarnos.
Sólo Dios es nuestro amor y en Dios amamos a todas vuestras criaturas ya toda la creación.
Dios es nuestro amor porque ante todo todo Dios nos creó por amor. Esta es una verdad que no podemos dejar huella en nuestro corazón con el ateísmo de nuestro tiempo, con la pseudociencia que decimos que venimos de lo material y que todo acaba con la muerte. El hombre tiene un componente espiritual inmortal que proviene de Dios, el hombre es un ser bidimensional: espiritual y físico.
Dios nos creó por amor y nos creó a su imagen y simiente. Fuimos creados para conocerlo, amarlo y servirlo en esta vida y disfrutar de su amor para siempre en el Cielo. Esta es una síntesis maravillosa: venimos del amor infinito de Dios, fuimos creados para conocerlo y amarlo, fuimos creados para vivir una relación de amor y entendimiento mutuo con él, somos criaturas que se dirigen al Creador llamándolo Padre .
Fuimos creados en esta grandeza maravillosa para que pudiéramos conocerlo y amarlo, es un amor de elevación en la gracia porque solo podemos amar a Dios lo suficiente como para poder capturar su amor.
Dios mismo nos creó a su imagen y eleva su naturaleza humana al conocimiento del misterio divino del amor de Dios, la Santísima Trinidad y al mysmo tiempo us da su amor. Al darnos su amor, Dios abre nuestro corazón para que podamos acoger su amor.
Bajo esta luz podemos entender bien lo que significa la expresión de Nuestra Señora «Dios es tu amor»: Dios es este amor por lo que fuimos creados. Dios es este amor que nos guía. Dios es el único amor que puede hacernos felices y satisfacer nuestro corazón humano. Dios es este amor gracias a quien podemos santificar todos los amores humanos. Todos los amores en Dios son santificados y elevados y están definidos en la expresión del amor divino.
Cuando decidimos que Dios es nuestro amor, la Reina de la Paz nos dirá que debemos buscar precisamente eso para ser felices. La verdad y la única fuente de felicidad es el amor de Dios.
Nuestro corazón, que fue creado para amar a Dios, está inquieto hasta encontrar el amor para el cual fue creado.
Abramos nuestro corazón al amor de Dios, único amor verdadero y duradero, fuente de alegría y de salvación.
De «Lectura cristiana de crónica e historia»
Padre Livio Fanzaga
Radio María Italia