
¡Fariseos! Purifican por fuera. Martes XXVIII
«Una vez más os invito a la oración por vuestros pastores. Con ellos triunfaré. ¡Os lo agradezco!” (Mensaje, 2 de octubre de 2010)
Martes XXVIII
Evangelio Diario y Meditación
- Oración al Espíritu Santo
Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén
+Santo Evangelio:
Evangelio según san Lucas 11, 37-41
Un fariseo invitó a Jesús a cenar a su casa. Jesús entró y se sentó a la mesa. El fariseo se extrañó de que no se lavara antes de comer.
Pero el Señor le dijo: “¡Así son ustedes, los fariseos! Purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia. ¡Insensatos! El que hizo lo de afuera, ¿no hizo también lo de adentro? Den más bien como limosna lo que tienen y todo será puro”.
+ Meditación Patrística:
Primer Punto: Jesucristo, que conocía la malicia de estos fariseos, condescendió con ellos para ganarlos, a semejanza de los buenos médicos, que prodigan sus remedios a los enfermos más graves. Por esto sigue: «Y habiendo entrado, se sentó a la mesa». Dio ocasión a las palabras de Jesucristo el indócil fariseo, que se escandalizó, porque creyendo que era justo y profeta, no actuaba conforme a la irracional costumbre de su pueblo; por lo cual, sigue: «Entonces el fariseo, discurriendo consigo mismo, comenzó a decir: ¿Por qué no se habrá lavado antes de comer?…
…Podía el Señor haber usado de otras palabras para amonestar a aquel mal fariseo; pero aprovechó la ocasión y formó su argumento de lo que tenía más a la mano. Así que, como estaban en la mesa y durante la comida, toma por ejemplo la copa y el plato. Y enseña que así como los vasos que se presentan en la mesa, deben estar limpios de toda suciedad exterior, así todos los que sirven al Señor sinceramente deben estar lavados y limpios, no sólo de la impureza del cuerpo, sino de la que está oculta en lo interior del alma. (San Cirilo)
Segundo Punto: Aquí nuestros cuerpos son comparados con las cosas terrenas y frágiles, que al menor golpe se quiebran. Lo que está en lo interior del alma se revela fácilmente por medio de los sentidos y los movimientos del cuerpo, del mismo modo que se ve por fuera lo que una copa contiene. Por tanto no cabe duda de que con la palabra copa se da a conocer las pasiones del cuerpo. Observemos que no es lo exterior de esta copa y de este plato lo que nos mancha, sino lo interior, porque dijo el Señor: «Mas vuestro interior está lleno de rapiña y de maldad». (San Ambrosio)
Tercer Punto: ¿Cómo no perdonó a aquel hombre que le había convidado? Pero fue más indulgente reprendiéndolo para perdonarlo en su tribunal justiciero. Después nos da a conocer que el bautismo, que se recibe una sola vez, limpia por la fe. Esta fe está en lo interior, no en lo exterior; y como los fariseos la menospreciaban lavando lo de fuera, quedaban muy manchados interiormente,. Es lo que condenaba el Señor, diciendo: «¡Necios! ¿No sabéis que el que hizo lo de fuera hizo también lo de dentro?». (San Agustín)
+ Mensaje
“Queridos hijos, hoy os invito a una humilde, hijos míos, humilde devoción. Vuestros corazones deben ser rectos. Que vuestras cruces sean para vosotros, un medio en lucha contra el pecado de hoy. Que vuestra arma sea la paciencia y un amor sin límites, amor que sabe esperar y que os hará capaces de reconocer los signos de Dios, para que vuestra vida con amor humilde, muestre la verdad a todos aquellos que la buscan en las tiniebla de la mentira. Hijos míos, apóstoles míos, ayudadme a abrir los caminos que conducen a Mi Hijo. Una vez más os invito a la oración por vuestros pastores. Con ellos triunfaré. ¡Os lo agradezco! ” (Mensaje, 2 de octubre de 2010)
- Coloquio
¡Oh amable Jesús, de mí tan despreciado! Vos habéis bajado del cielo a rescatarnos del infierno y daros todo a nosotros; ¿cómo, pues, hemos podido volveros tantas veces las espaldas, sin hacer caso de vuestros favores?
¡Oh Dios! ¡Los hombres son tan agradecidos con las criaturas, que si cualquiera les hace un regalo, si les envía una visita de lejos, si les muestra una señal de afecto, no se olvidan de ella y se sienten obligados a corresponderles; y al mismo tiempo son tan ingratos con Vos, que sois su Dios tan amable, y que por su amor no habéis rehusado dar la sangre y la vida!
Más, ¡Ay de mí! Que he sido para con Vos peor que los demás, porque he sido más amado y más ingrato que los otros. (San Alfonso Mª Ligorio)
- Comunión Espiritual:
“Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)