
Fue un 2 de Agosto 1981
«Confiésense con frecuencia. No dejen que en su alma permanezca por mucho tiempo ni un solo mínimo pecado . Confiésense y reparen sus pecados».
RECORDAMOS LO QUE SUCEDIÓ EN MEDJUGORJE…
Fue un 2 de AGOSTO de 1981. Era la fiesta de la Porciúncula, día del perdón de Asís, cuando la Virgen se hace presente en el cuarto de Marija le dice que reúna a la gente del barrio y los invite a esperarla en la era de Gumno. Lo que iba a suceder, aparentemente extraño, era de un profundísimo significado teológico: UNA GRAN GUERRA se iba a llevar a cabo, de la que habla el Apocalipsis 12, 7-9.17,
«Un gran conflicto va a desarrollarse. Una lucha entre mi Hijo y Satanás. Almas humanas están en riesgo».
Y, como en las batallas hay un PLAN ESTRATEGICO como secreto bien guardado, a partir de aquí, la Virgen durante tres años pedirá continuamente en varios mensajes que oremos porque su plan se realice y Satanás no lo desbarate. Y sólo más delante lo revelará, (ver 25.I.87).
En aquel entonces las prohibiciones para subir la colina de las apariciones impuesta por la milicia les impedía a los videntes, lugareños y peregrinos acercarse, por ello la Virgen les indica donde los esperaría aquella tarde.
Marija se dispone a obedecer esta difícil tarea. ¿No la tomarían por loca? La joven estaba turbada, – muchos lo tomaron a broma – pero venció su angustia con la confianza de que la Virgen le ayudaría en el cumplimiento de su misión. Pudo reunir un grupo muy numeroso que acompañaron a Marija hasta la era de trillar. Empiezan los rezos dirigidos por Marija y se aparece vestida de luz la Virgen. Los vecinos la ven en profundo éxtasis. La Virgen le dijo que todos podían tocarla. Marija invita a tocar a la Virgen y se forma una larga cola para tocar la orla de su vestido uno a uno, que sienten tocar algo que no ven.
Era pleno verano, y la Virgen permite que todos los presentes en la aparición la toquen. Estaban reunidos en el campo de Gummo (cercano al monte de las apariciones y a la casa de los videntes).
Ellos cuentan que acercaban las manos de los presentes uno por uno hasta donde la Virgen estaba, y que de repente su vestido empezó a mancharse.
Marija lloró amargamente. Preguntada por sus acompañantes contestó. «Lloro porque alguien ha ensuciado el manto de la Virgen… Alguien que le ha tocado en pecado grave o mortal… alguien que no está en paz con Dios. Y exhortó a los allí reunidos que fueran a confesar sus pecados porque alguien había tocado el manto de la Virgen y lo había ensuciado. Y sorprendidos y emocionados fueron todos corriendo a confesar sus pecados.
«Quienes han manchado mi vestido son quienes no están en gracia de Dios. Confiésense con frecuencia. No dejen que ni siquiera un pequeño pecado permanezca mucho tiempo en su alma. Confiésense y reparen sus pecados». (2 de agosto de 1981)

Después de escuchar la explicación de Nuestra Señora en este mensaje, las personas corrieron a confesarse. En la iglesia había interminables colas de fieles arrodillados frente a los frailes de la parroquia para obtener, por la confesión, el perdón de sus pecados. Eran tan numerosos que tuvieron que pedir refuerzos a los frailes de otras parroquias para las confesiones…
Esto continúa sucediendo hasta el día de hoy por ello Medjugorje es llamado «el confesionario del mundo».
Este extraordinario acontecimiento no sucedió por casualidad el día en que se celebra el Perdón de Asís. La parroquia Santiago Apóstol de Medjugorje pertenece a la provincia francisca de Herzegovina.
También hoy nosotros podemos aprovechar esta gracia que nos es dada para purificar nuestras almas…y así no manchar el vestido de nuestra Madre.
Mensaje, 25 de enero de 1995
“¡Queridos hijos! Los invito a abrir sus corazones a Jesús como se abre la flor al sol. Jesús desea llenar sus corazones de paz y de gozo. Ustedes, queridos hijos, no pueden realizar la paz si no están en paz con Jesús. por eso los invito a la confesión, a fin de que Jesús sea su verdad y su paz. Por tanto, hijitos, oren para tener la fortaleza de realizar lo que les digo. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”