Les resultaba oscuro. Sábado XXVI

Les resultaba oscuro. Sábado XXVI

3 de octubre de 2025 0 Por Gospa Chile

«Queridos hijos, decidiros por una nueva vida con el nombre de mi Hijo en vuestros labios. Gracias.” (Mensaje, 2 de enero de 2009)


Evangelio Diario y Meditación

Oración al Espíritu Santo

Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén


Santo Evangelio

Evangelio san Lucas 10, 17-24

Al volver los setenta y dos de su misión, dijeron a Jesús llenos de gozo: “Señor, hasta los demonios se nos someten en tu Nombre”.
Él les dijo: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. Les he dado poder para caminar sobre serpientes y escorpiones y para vencer todas las fuerzas del enemigo; y nada podrá dañarlos. No se alegren, sin embargo, de que los espíritus se les sometan; alégrense más bien de que sus nombres estén escritos en el cielo”.
En aquel momento Jesús se estremeció de gozo, movido por el Espíritu Santo, y dijo: “Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque, habiendo mantenido ocultas estas cosas a los sabios y prudentes, las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así lo has querido. Todo me ha sido dado por mi Padre, y nadie sabe quién es el Hijo, sino el Padre, como nadie sabe quién es el Padre, sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar”.
Después, volviéndose hacia sus discípulos, Jesús les dijo a ellos solos: “¡Felices los ojos que ven lo que ustedes ven! ¡Les aseguro que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que ustedes ven y no lo vieron, oír lo que ustedes oyen y no lo oyeron!”


Meditación Patrística:

Primer Punto: Las virtudes de los cielos no son santas por naturaleza, sino que, según la analogía del amor divino, reciben la medida de santificación. Y así como el hierro, puesto al fuego, no deja de ser hierro, pero por la vehemencia del fuego, tanto por el efecto como por el aspecto, se transforma en él; así las virtudes celestes tienen injerta la santificación por participación de aquel que es santo por naturaleza. Satanás no hubiera caído si por naturaleza hubiese sido incapaz de lo malo. (San Basilio)

Segundo Punto: La voluptuosidad se llama serpiente en la Escritura, porque tal es la naturaleza de la serpiente que si su cabeza llega a la rendija de un muro, atrae a sí todo el resto del cuerpo. Así la naturaleza concedió al hombre el domicilio necesario, pero la voluptuosidad, tocando el alma por esta necesidad, la atrae a cierto lujo inmoderado. Esto trae la subsiguiente avaricia, a la que sigue la impureza, esto es, el último miembro y cola de la bestialidad. Mas así como no se retrae a la serpiente por la cola, así no se debe empezar por las últimas para arrancar las pasiones, sino cerrar la primera entrada a la malicia. (San Gregorio Niceno)

Tercer Punto: Los niños triunfan ahora, por la virtud de Cristo, de la sensualidad que en otro tiempo seducía a los ancianos; y perseveran vírgenes hollando con los pies las falacias de la serpiente sensual. Y aun algunos, hollando el tormento, esto es, la muerte del escorpión (o sea del diablo), no temieron el suplicio; hechos mártires de Cristo, la mayor parte despreciaron las cosas de la tierra y habitan en el cielo sin temor al príncipe del aire. (San Atanasio)


Mensaje

“Queridos hijos, a pesar de que una gran gracia del cielo os es prodigada especialmente, vuestros corazones permanecen duros y sin respuesta. Hijos míos, ¿Porque no me entregáis completamente vuestros corazones? Sólo deseo poner en ellos paz y salvación: poner a mi Hijo. Con mi Hijo, vuestras almas alcanzarán nobles metas y nunca se perderán. Aún en la mayor oscuridad encontraréis el camino. Queridos hijos, decidiros por una nueva vida con el nombre de mi Hijo en vuestros labios. Gracias.” (Mensaje, 2 de enero de 2009)


Coloquio:

Señor, Te damos gracias por ser nuestro Creador. Te damos gracias por el grandioso don de la vida. Te pedimos ahora que nos des la gracia de estar unidos a Ti y que nos liberes de todo lo que nos desune de Ti. Te pedimos que nos reveles Tu voluntad y el sentido de nuestra vida. Danos la gracia de entender Tu amor. Te damos gracias, oh Señor, por enviarnos a la Madre de Tu Hijo y por toda la ayuda que nos das a través de Ella. Danos la gracia de entender que no tenemos futuro sin Ti. Tú lo eres todo para nosotros. Oh Señor, Te pedimos la gracia y la fortaleza interior para superar cualquier pecado y liberarnos de la soberbia, los celos, la envidia, de cualquier dependencia a este mundo. Libéranos del odio, del miedo y de las agresiones, de cualquier sentimiento negativo. Danos la gracia de orar y de buscarte en la oración. (Fray Slavko, Medjugorje, Abril, 28 de 1997)


Comunión Espiritual:

“Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)