Milagro del pañuelo del Cristo de Medjugorje

Milagro del pañuelo del Cristo de Medjugorje

22 de julio de 2025 0 Por Gospa Chile

Frotó un pañuelo blanco con la imagen de la Virgen María en la rodilla de la escultura de bronce del Cristo Resucitado


La historia que queremos contarles es la de Federica, una niña que tenía un futuro imposible ante una grave malformación genética encontrada cuando todavía estaba en el vientre de su madre. De hecho, durante un ultrasonido morfológico, realizado al quinto mes de embarazo a los dos padres que esperaban, recibieron una sentencia terrible porque su bebé padecía dos malformaciones graves en la cabeza: Ventricolomegaly y Calloso Body Agenesia.
La noticia dejó atónitos a los dos padres y pronto la alegría de la anticipación se convirtió en la oscuridad más oscura, ya que las perspectivas de vida de la niña eran pobres, y el consejo de los médicos fue abortar para prevenir sufrimientos innecesarios, en las mejores conjeturas el nacimiento habría tenido que someterse a un cirugía muy delicada y difícil que, aunque haya tenido éxito a la perfección, habría ayudado a salvar la vida de la bebé, pero la habría condenado a una parálisis cerebral de la mejor manera, con importantes dificultades motoras, sensoriales y cognitivas.

La pareja vivía en pleno conflicto, la situación en la que la madre era mucho más racional e influenciada por la constante exhortación de los médicos que pedían un aborto, por otro lado la profunda fe del marido que como católico practicante se opuso con toda su fuerza al Asunción del aborto. Así que en absoluta incertidumbre deciden emprender una peregrinación espiritual junto con algunos sacerdotes que les ayudaron a entender cuán grande era el alcance de su misión, y que la vida es un regalo de Dios y que nada ni nadie puede reprimir lo que el Señor ha establecido y creado. Las palabras de Jesús resonaban en sus mentes, «quien quiera venir detrás de mí debe negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme. “El consejo espiritual tuvo un efecto positivo y la pareja decidió rendirse a la voluntad de Dios y de la Virgen María, que los acompañaría por el difícil camino. Así crecía cada vez más la decisión de no abortar y enfrentar esa experiencia, que les esperaba con la fe inmersa en la oración.
Durante el turbulento viaje del embarazo los dos cónyuges fueron apoyados, entre otras cosas, por una tía monja que se fue en peregrinación a Medjugorje, frotó un pañuelo blanco con la imagen de la Virgen María en su rodilla de la escultura de bronce del Cristo Resucitado, que se encuentra detrás de la Iglesia de San Santiago Apóstol. Y se aconsejó a la futura madre que lo acostara sobre su vientre, ofreciéndole como regalo la recitación del Santo Rosario; por la noche tuvo un sueño y vio a un hombre y a un niño de la mano caminando juntos, quienes la tranquilizaron diciéndole que no se preocupara, que nada le pasaría al niño y que todo se iría resolviendo.

La Mamá los identificó como San José y Jesús.

Mientras tanto, los controles rutinarios continuaron y las respuestas siempre fueron trágicamente confirmadas al parecer nada se había movido. Mientras tanto, la pareja fue aconsejada ir a dar a luz al hospital de San Giovanni Rotondo, un hogar para aliviar el sufrimiento buscado por el padre Pío en el excelente departamento de neurocirugía. La sorpresa fue grande cuando justo antes del parto, los últimos exámenes clínicos realizados antes del parto informaron que la ventricolomegalia había desaparecido. Tan pronto como nació, el bebé se sometió a numerosas pruebas clínicas que atestiguaron que la agnesia del cuerpo insensible no tenía daño y los médicos se sorprendieron al admitir que el bebé estaba sano.
Federica, a pesar de todas las predicciones catastróficas que se hicieron sobre su estado de salud, sigue creciendo tranquila y saludable y que todas estas predicciones negativas no la han cumplido en absoluto. El Milagro tuvo lugar y es por eso que toda la familia fue en peregrinación a Medjugorje para agradecer personalmente a la Virgen por su poderosa intercesión.