Sonaron las campanas en Fátima Portugal
El Papa Francisco ha firmado en la mañana del jueves 22 de junio el reconocimiento de las virtudes en grado heroico vividas por la hermana carmelita Lucia Dos Santos.
La noticia sobre Lucia de Fátima ha hecho que sonaran las campanas en la mañana de este jueves en el santuario portugués, por encargo del rector, el padre Carlos Cabecinhas. El santuario ha querido recordar que ella vivió en armonía la espiritualidad del Carmelo y la del Mensaje de Fátima, y desde su convento carmelita recibió miles de cartas que le pedían oración.
Lucia dos Santos nació en Aljustrel (Portugal, cerca de Fátima) el 28 de marzo de 1907. Tenía 10 años cuando a partir de 1917 fue testigo de una serie de apariciones de la Virgen María en la Cova de Iria, en Fátima, junto con sus dos primos Francisco y Jacinta Marto, hoy ya santos, canonizados por el Papa Francisco en 2017. Mientras que a veces ellos sólo veían o bien oían a la Virgen (y nadie más), ella podía verla y oirla.
Sus primos, los hermanos Marto, murieron muy jóvenes (Francisco con 11 años en 1919, Jacinta con 10 en 1920) a causa de la gripe.
Ambos fueron beatificados por Juan Pablo II el 13 de mayo de 2000 y canonizaos por el Papa Francisco ese mismo día, pero de 2017.
El 13 de octubre de 1930, trece años después del llamado Milagro del Sol, el obispo de Leiria confirmó que las apariciones eran dignas de crédito y las peregrinaciones a Fátima se multiplicaron.
Tras la muerte prematura de sus primos a causa de la gripe española, Lucía quedó como la única depositaria del mensaje que le fue confiado por la Virgen, el cual transcribió, a instancias del obispo de Leiria, José Alves Correia da Silvia, en cuatro documentos entre 1935 y 1941.
Otro escrito, fechado en 1944, contenía la tercera parte, el llamado «tercer secreto», que fue enviado a Roma y abierto por primera vez en 1960, pero no divulgado por los papas Juan XXIII y Pablo VI. Fue Juan Pablo II, particularmente devoto de Nuestra Señora de Fátima, quien dio a conocer el secreto en el año 2000.
El decreto del pontífice se produce un mes y medio antes de que visite el Santuario de Fátima el próximo 5 de agosto, en el marco de su viaje a Lisboa para la Jornada Mundial de la Juventud.