La hermosa oración de Benedicto XVI a María

La hermosa oración de Benedicto XVI a María

20 de octubre de 2024 0 Por Gospa Chile

Por el triunfo del amor en el mundo

Por Rosalía Gigliano / Luz de María

En un período histórico, como el que vivimos, donde la paz está amenazada, elevar una oración a la Virgen María es más necesaria que nunca, para que el amor triunfe en los corazones.


De todas partes soplan vientos de guerra que amenazan la paz y la tranquilidad de todos los pueblos. Confiar en la Virgen, Ella que, incluso con una sola mirada, nos transmite lo que necesitamos, es algo que nunca debe faltar en nuestra vida.

Los Pontífices siempre han tenido una devoción plena y total a la Virgen: Juan Pablo II con su «Totus Tuus» a María, el mismo Francisco con su plena devoción a María que desata nudos.

La paz entre los pueblos , así como en el corazón de cada hombre, es una de las cosas más importantes y preciosas que existen. Es la victoria del bien sobre el mal y es también la imposibilidad de que el mal prevalezca sobre el hombre. Son muchos los que, en este período y en el futuro, piden e invocan a María Santísima.

Pero el Papa Benedicto XVI también se dirigió a la Virgen en varias ocasiones para pedirle el don de la paz, el amor y la esperanza, tan ausentes en el mundo actual.

Veamos juntos esta oración de S.S. Benedicto XVI:

Oración de Benedicto XVI a la Virgen por el triunfo del amor

“ Oh Madre Inmaculada,
que eres signo de esperanza segura y de consuelo para todos ,
déjanos atraer por tu inmaculado candor.
Tu Belleza, Toda Pulcra, cantamos hoy,
nos asegura que la victoria del amor es posible; de hecho, lo cual es seguro;
nos asegura que la gracia es más fuerte que el pecado,
y por tanto es posible la redención de cualquier esclavitud.
Sí, oh María, nos ayudas a creer con más confianza en el bien,
apostar por la gratuidad, por el servicio, por la no violencia, por la fuerza de la verdad;
anímanos a permanecer despiertos, a no ceder a la tentación de las escapadas fáciles,
afrontar la realidad, con sus problemas, con valentía y responsabilidad.
Tú también, jovencita,
llamados a arriesgarlo todo por la Palabra del Señor.
Sé una madre amorosa para nuestros jóvenes,
para que tengan el valor de ser «centinelas de la mañana»,
y da esta virtud a todos los cristianos,
para que sean el alma del mundo
en esta difícil temporada de la historia.
Virgen Inmaculada, Madre de Dios y Madre nuestra, Salud del pueblo…i, ¡ruega por nosotros!”.