Agua Bendita

Agua Bendita

13 de junio de 2024 0 Por Gospa Chile

El agua bendita es un sacramental.

Los sacramentales son puestos por la Iglesia para obtener, con la eficacia de su invocación, algunos efectos, principalmente espirituales, y así ir removiendo los obstáculos que impiden o retrasan la acción divina en las almas. Los principales efectos son: dedicar las personas y las cosas al culto divino, arrojar o reprimir a los demonios, alcanzar algún beneficio temporal, comunicar gracias actuales, perdonar el pecado venial y remitir la pena temporal

Sin embargo, se ha de tener en cuenta que los sacramentales no son cosas mágicas que causan efecto inmediato, sino que sus efectos dependen de la voluntad divina sobre esa alma que lo recibe y de la disposición buena o mala de esa misma alma para recibir el efecto (por ejemplo estar en estado de gracia).

Los Santos siempre han utilizado el agua bendita para hacer huir al demonio. Por eso en estos tiempos en que, según mensajes de la Virgen al Padre Gobbi, los demonios y las almas de los condenados se han derramado sobre el mundo para llevar al mayor número de almas a la perdición eterna, es necesario defendernos del mal con todos los recursos que el Cielo nos provee, y entre ellos está el uso del agua bendita.

Es bueno rociar con agua bendita los ambientes donde se reúne la familia, para que no haya discusiones y reine la paz.

También en el dormitorio donde descansamos, es bueno, antes de acostarnos, esparcir agua bendita en la habitación, para ahuyentar a los demonios, y tener una noche tranquila, sobre todo en la que estén lejos las tentaciones y perturbaciones.

También se puede beber agua bendita, para calmar enfermedades y tener más fuerzas para evitar el pecado.

Se puede decir que el origen del agua bendita se remonta hasta tiempos de Nuestro Señor Jesucristo porque Él mismo bendijo las aguas. Más adelante, el papa San Alejandro I, quien ejerció el pontificado desde el año 121 d.C. hasta el 132 d.C. determinó que se pusiera sal en la bendición del agua mientras se rezaban las oraciones que acostumbra la Iglesia. Los judíos solían echar ceniza sobre el agua, por eso San Clemente decía que lo que bajo la antigua ley era la ceniza, bajo la gracia es la sal.

¿Por qué hay una pila de agua bendita a la entrada de los templos?

Se colocan allí para que nos signemos al entrar al templo y seamos benditos por el Señor con la señal de la cruz. De esta manera le entregamos todos nuestros sentidos en su casa. Por eso al entrar debemos rogar para que el Espíritu Santo ilumine nuestros corazones, infundiendo en ellos aquel temor, edificación, silencio y reverencia que se merece tan santo lugar.

Se hizo para remplazar una antigua ceremonia judía en la que antes de entrar en oración se lavaban pidiendo a Dios quedar puros y limpios. Para borrar esa figura, los sacerdotes católicos primero bendecían el agua según un rito que aún se conserva.

(Actualmente por medidas Covid esta suspendido el uso de las pilas y se recomienda portar cada un recipiente para uso personal y exclusivo)

En definitiva, el agua bendita tiene los siguientes efectos:

– Ahuyenta toda potestad demoníaca sobre las personas y lugares sobre las que se rocía.

– Borra los pecados veniales.

– Ahuyenta toda sobra, fantasía y astucia diabólica.

– Quita las distracciones en la oración.

– Nos dispone, con la Gracia del Espíritu Santo, a una mayor devoción.

– Se nos infunde la virtud de la divina bendición para recibir los sacramentos, para administrarlos, y para celebrar los divinos oficios de Dios.