
Mes de María, Inmaculada Concepción
Yo deseo que cada uno de ustedes sea feliz, pero con el pecado nadie puede serlo...
Oh, Corazón Inmaculado de María, desbordante de bondad, muestra tu amor por nosotros. Que la llama de tu corazón, oh María, descienda sobre todos los pueblos. Te amamos inmensamente.
Imprime en nuestros corazones un verdadero amor. Que nuestro corazón suspire por ti. Oh María, dulce y humilde de corazón, acuérdate de nosotros cuando caemos en el pecado. Tú sabes que nosotros, los hombres, somos pecadores.
Con tu santísimo y maternal corazón, sánanos de toda enfermedad espiritual. Haznos capaces de contemplar la bondad de tu maternal corazón, para que así nos convirtamos a la llama de tu corazón. Amén.
Mensaje, 25 de febrero de 1987 “¡Queridos hijos! Hoy deseo envolverlos con mi manto y conducirlos a todos hacia el camino de la conversión. Queridos hijos, les ruego, entreguen al Señor todo su pasado, todo el mal que se ha acumulado en sus corazones. Yo deseo que cada uno de ustedes sea feliz, pero con el pecado nadie puede serlo. Por tanto, queridos hijos, oren y en la oración, ustedes conocerán el nuevo camino del gozo. El gozo se manifestará en sus corazones y así podrán ser testigos gozosos de lo que Yo y mi Hijo deseamos de cada uno de ustedes. Yo los bendigo. Gracias por haber respondido a mi llamado! ”
Oración Final
¡María, Madre de Dios y Madre nuestra, Reina de la Paz!
Tú viniste a nosotros para llevarnos a Dios.
Alcánzanos la gracia de no sólo decir:
¡Hágase en mí según Tu voluntad!,
sino vivirla tal como Tú lo hiciste.
Ponemos en Tus manos nuestras manos,
a fin de que puedas conducirnos a Jesús
en medio de todas las aflicciones y pesares.
Por Cristo, Nuestro Señor.
Amén.
Rezar el Credo, 7 Padrenuestros, 7 Avemarías y 7 Glorias.