Muchos son llamados. Jueves XX

Muchos son llamados. Jueves XX

19 de agosto de 2025 0 Por Gospa Chile

«Decídanse hoy nuevamente por Dios. Sólo así podré mostrarles cuánto los amo y cuánto deseo que todos ustedes sean salvados y estén Conmigo en el Cielo. Gracias por haber respondido a mi llamado!” (Mensaje, 27 de noviembre de 1986)


Evangelio Diario y Meditación

Oración al Espíritu Santo

Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén


Santo Evangelio

Evangelio según san Mateo 22, 1-14

Jesús habló en parábolas a los sumos sacerdotes y a los fariseos, diciendo:
El Reino de los Cielos se parece a un rey que celebraba las bodas de su hijo. Envió entonces a sus servidores para avisar a los invitados, pero éstos se negaron a ir.
De nuevo envió a otros servidores con el encargo de decir a los invitados: “Mi banquete está preparado; ya han sido matados mis terneros y mis mejores animales, y todo está a punto: Vengan a las bodas”. Pero ellos no tuvieron en cuenta la invitación, y se fueron, uno a su campo, otro a su negocio; y los demás se apoderaron de los servidores, los maltrataron y los mataron.
Al enterarse, el rey se indignó y envió a sus tropas para acabaran con aquellos homicidas e incendiaran su ciudad. Luego dijo a sus servidores: “El banquete nupcial está preparado, pero los invitados no eran dignos de él. Salgan a los cruces de los caminos e inviten a todos los que encuentren”.
Los servidores salieron a los caminos y reunieron a todos los que encontraron, buenos y malos, y la sala nupcial se llenó de convidados.
Cuando el rey entró para ver a los comensales, encontró a un hombre que no tenía el traje de fiesta. “Amigo, le dijo, ¿cómo has entrado aquí sin el traje de fiesta?”. El otro permaneció en silencio. Entonces el rey dijo a los guardias: “Átenlo de pies y manos, y arrójenlo afuera, a las tinieblas. Allí habrá llanto y rechinar de dientes”.
Porque muchos son llamados, pero pocos son elegidos.


Meditación Patrística

Primer Punto: Dios Padre celebró las bodas a su propio Hijo cuando unió a Este con la humanidad en el vientre de la Virgen. Mas como el casamiento no puede verificarse sino entre dos personas, no debemos pensar que la persona del Salvador consta de dos personas unidas. Decimos que consta y que está formada por las dos naturalezas, pero de ningún modo podemos decir que sea un compuesto de dos personas. Mejor puede decirse que este Padre rey celebró las bodas para su Hijo rey, asociándole la santa Iglesia por medio del misterio de la encarnación: el tálamo de este esposo es el vientre de la Virgen María. (San Gregorio Magno)

Segundo Punto: Envió a su siervo; y no cabe duda que éste fue Moisés, por quien se dio la ley a los invitados. Aunque leemos siervos (como se encuentra en muchos ejemplares), debemos entender que se refiere a los profetas; porque invitados por ellos, no quisieron venir. Sigue, pues: «Envió de nuevo otros siervos, diciendo: decid a los convidados». Debe creerse que los siervos que fueron enviados la segunda vez son los profetas más bien que los apóstoles; y así, si antes está escrito el siervo, cuando después de lee los siervos, debe entenderse que estos segundos siervos son los apóstoles. (San Jerónimo)

Tercer Punto: Las bodas, esto es, de Jesucristo y de la Iglesia, se llenaron porque fueron traídos a Dios los que fueron encontrados por los Apóstoles, y se recostaron para comer en las bodas. Pero como fue conveniente llamar a los buenos y a los malos, no para que los malos continuasen siendo malos, sino para que dejasen los vestidos impropios de las bodas, y vistiesen los trajes nupciales (esto es, el corazón misericordioso, bondadoso, etc.). Por eso, después entra el rey para ver a los que estaban sentados antes que se les presente la comida, para detener y regalar a los que tengan los vestidos nupciales, y para condenar a los que no los tengan. Por eso sigue: «Y entró el rey para ver a los que estaban a la mesa». (Orígenes)


Mensaje

“¡Queridos hijos! También hoy los invito a consagrarme sus vidas con amor, a fin de que Yo pueda guiarlos en el amor. Yo los amo, queridos hijos, con un amor especial y deseo conducirlos a todos al Cielo con Dios. Yo deseo que ustedes comprendan que esta vida dura poco en comparación con la del Cielo. Por tanto, queridos hijos, decídanse hoy nuevamente por Dios. Sólo así podré mostrarles cuánto los amo y cuánto deseo que todos ustedes sean salvados y estén Conmigo en el Cielo. Gracias por haber respondido a mi llamado!” (Mensaje, 27 de noviembre de 1986)


Coloquio

Dios, Padrenuestro, Te damos gracias por haber concedido este tiempo a María y que Ella, con Tu permiso, oh Padre, nos conduzca y nos instruya. Te damos gracias por todas esas personas que, a través de estos mensajes, Te han abierto su corazón. Te damos gracias y Te alabamos por todas las personas que durante este tiempo recorren el camino de la santidad Contigo. Por favor bendice a todos los que han encontrado la paz interior a través de los mensajes de Medjugorje. Envía Tu Espíritu Santo a nuestros corazones, para que podamos llegar a comprender esta gracia y podamos vivir cada palabra que Tú nos has dicho a través de María. Danos la gracia de poder renovar la oración y que sea un gozo para nosotros. Por favor, perdónanos también por cada vez que hemos orado sólo por motivos egoístas. Danos la gracia de primeramente buscarte a Ti en la oración, porque Tú nos amas. (Fra. Slavko , Medjugorje, Medjugorje, Agosto 29 de 1997)


Coloquio

¡Oh amable Jesús, de mí tan despreciado! Vos habéis bajado del cielo a rescatarnos del infierno y daros todo a nosotros; ¿cómo, pues, hemos podido volveros tantas veces las espaldas, sin hacer caso de vuestros favores?
¡Oh Dios! ¡Los hombres son tan agradecidos con las criaturas, que si cualquiera les hace un regalo, si les envía una visita de lejos, si les muestra una señal de afecto, no se olvidan de ella y se sienten obligados a corresponderles; y al mismo tiempo son tan ingratos con Vos, que sois su Dios tan amable, y que por su amor no habéis rehusado dar la sangre y la vida!
Más, ¡Ay de mí! Que he sido para con Vos peor que los demás, porque he sido más amado y más ingrato que los otros. (San Alfonso Mª Ligorio)


Comunión Espiritual

“Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)