Novena Santo Cura de Ars

Novena Santo Cura de Ars

26 de julio de 2024 0 Por Gospa Chile

Día 3: Amor verdadero al prójimo

«¡Orad por los sacerdotes! Orad para que la unión entre Mi Hijo y ellos sea lo más fuerte posible, para que sean una sola cosa. ¡Os doy las gracias!” (Del Mensaje del 2 de Septiembre, 2012)


Señor mio, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocaciones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén.

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San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra las perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén.

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Divino Jesús, que quieres que pidamos al Señor de la mies que envíe a ella buenos operarios, dígnate suscitar en tu Iglesia y en particular en esta diócesis muchos y santos sacerdotes, que siéndolo en todo según tu Corazón, procuren celosamente por su sagrado ministerio la gloria de tu Padre Celestial y la salvación de las almas redimidas por tu Sangre preciosa. Amén.

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María, Madre amorosísima de los hombres, danos sacerdotes, danos sacerdotes santos. Amén.


Dice San Juan Mª Vianney:

«Nuestros errores son granos de arena al lado de la grande montaña de la misericordia de Dios.”

«Cuando el sacerdote da la absolución, es necesario pensar sólo en una cosa: que la sangre del buen Dios se derrama sobre nuestra alma para lavarla, purificarla y hacerla bella cuanto lo era después del bautismo.”

«El buen Dios, al momento de la absolución, tira detrás de sus espaldas nuestros pecados, es decir se olvida, los cancela: no reaparecerán jamás.”

«El nutrimento del alma es el cuerpo y la sangre de un Dios. ¡Si uno lo piensa, se puede perder por la eternidad en este abismo de amor!”

«Todas las buenas obras juntas no equivalen al sacrificio de la Misa, porque son obras de los hombres, mientras la Santa Misa es obra de Dios.”

«Vais a confesaros con la Santa Virgen o con un ángel. ¿Os absolverán? ¿Os darán el cuerpo y la sangre de Nuestro Señor? No, la Santa Virgen no puede hacer descender a su Hijo divino en la hostia. Aunque tuvierais doscientos ángeles para vosotros allá, no os podrían absolver. Un sacerdote, por cuanto simple sea, puede hacerlo. Os puede decir: andáis en paz, os perdono.”

«Un buen pastor, un pastor según el corazón de Dios, es el más grande tesoro que el buen Dios pueda conceder a una parroquia y uno de los dones más preciosos de la misericordia divina.”


Mensaje, 2 de abril de 2011

“Queridos hijos, con amor maternal deseo abrir el corazón de cada uno de vosotros y enseñaros la unión personal con el Padre. Para aceptar eso, debéis comprender que sois importantes para Dios y que Él os llama individualmente. Debéis comprender que vuestra oración es diálogo de un hijo con el Padre, que el amor es el camino que debéis emprender, el amor hacia Dios y hacia vuestro prójimo. Este es, hijos míos, un amor que no tiene límites, es un amor que nace en la verdad y llega hasta el final. Seguidme, hijos míos, para que también los demás, al reconocer la verdad y el amor en vosotros, os puedan seguir. ¡Gracias!”


Súplica milagrosa del Santo Cura Vianney de Ars


«Oh Madre de Jesús, por Tus incomensurables dolores durante la pasión y muerte de Tu Hijo divino, y por las amargas lágrimas que derramaste, te pido que ofrezcas en sacrificio el cuerpo santo, cubierto de heridas y de sangre de nuestro Redentor, junto con Tus dolores y lágrimas, al Padre Celestial, para la salvación de las almas y para adquirir las gracias que te pido suplicante…» 

Súplica a María Santísima

«Hoy, Yo quiero mostrarte, en Mi gran Amor, el Corazón de Mi Madre. Entonces, amigo Mío, entenderás lo que es la Virtud, y cómo en este Virtuoso Corazón Virginal, Yo, Dios, Me hice Hombre-Dios. Verás a la Madre de tu Salvador, Madre de los profetas, Madre de los discípulos, Madre de carismas, Madre de Triunfo, Madre de gracias ilimitadas, Madre de inigualable Redención… […] al mismo tiempo, en el cielo, una gran multitud del ejército celestial, estaba alabando a Dios y cantando: «Gloria a Dios en lo más alto del cielo, y paz a los hombres que gozan de Su favor». La Virgen de las vírgenes, la Santísima, por siempre ahora en el Cielo, Mi Madre, continúa siendo proclamada en el Cielo como: Mi Madre. Que el mundo entero se arrodille ante Ella que lleva el Nombre Sagrado: Madre» 


Oremos con el Padre Slavko

Dios, Padre nuestro, gracias porque Tú eres nuestro Padre y porque nos has llamado a ser Tus hijos. Gracias porque nos has revelado Tu amor por medio de Jesucristo, Tu Hijo, que se hizo hombre. Te alabamos por la misericordia que nos has mostrado en El. Te damos gracias porque nos has prometido enviarnos a Tu Espíritu Santo y especialmente por habernos enviado a María para que pueda guiarnos en este tiempo de gracia. Te pedimos, oh Dios, Padre nuestro, que abras nuestros corazones y nos liberes de todo lo que nos cierra a Ti. Danos la gracia de regocijarnos con Tu Palabra. Danos la gracia de poder entenderla y aceptar Tu voluntad sin miedo. Especialmente, Te pedimos que abras los corazones de todos los cristianos bautizados a Tu Palabra durante este Adviento, a fin de que podamos ser muy conscientes de que Tú nos has enviado al mundo a mostrar a otros Tu amor. Danos la fortaleza de vivir con nuestras manos gozosamente extendidas, para que quienes no Te conocen puedan llegar a hacerlo. Danos la gracia de ser siempre conscientes, en cualquier situación, que somos cristianos y amarte por sobre todas las cosas. Te suplicamos, bendice al Papa y a todos los Obispos, a todos los Sacerdotes, a todos los padres de familia y maestros para que puedan estar abiertos a Tu Palabra y servir y ayudar a quienes les has confiado para llegar a conocerte como Padre. Haz que todos vivamos en este mundo responsable y conscientemente. Danos la gracia de ser hombres y mujeres de buena voluntad, a fin de que durante este nuevo tiempo seamos Tus manos en este mundo. Todo esto Te lo pedimos Padre, por Jesucristo Nuestro Señor y por el Espíritu Santo. Amén.

Fray Slavko , Medjugorje, Noviembre 27 de 1997


ORACIÓN DEL SANTO CURA DE ARS

Te amo, Oh mi Dios. Mi único deseo es amarte Hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios, Y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti. Te amo, oh mi Dios, y mi único temor es ir al infierno Porque ahí nunca tendría la dulce consolación de tu amor, Oh mi Dios, si mi lengua no puede decir cada instante que te amo, por lo menos quiero que mi corazón lo repita cada vez que respiro. Ah, dame la gracia de sufrir mientras que te amo, Y de amarte mientras que sufro, y el día que me muera No solo amarte pero sentir que te amo. Te suplico que mientras más cerca estés de mi hora Final aumentes y perfecciones mi amor por Ti. Amén.


ORACION POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES

De Santa Teresita del Niño Jesús

Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra, la obra divina de salvar a las almas, protege a tus sacerdotes (especialmente a: …………..) en el refugio de tu SAGRADO CORAZÓN. Guarda sin mancha sus MANOS CONSAGRADAS, que a diario tocan tu SAGRADO CUERPO, y conserva puros sus labios teñidos con tu PRECIOSA SANGRE. Haz que se preserven puros sus Corazones, marcados con el sello sublime del SACERDOCIO, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine. Aumenta el número de tus apóstoles, y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro. Bendice Sus trabajos y fatigas, y que como fruto de Su apostolado obtenga la salvación de muchas almas que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el Cielo. Amén”