Obrar la verdad para ir a la luz…

Obrar la verdad para ir a la luz…

28 de enero de 2024 Desactivado Por Gospa Chile

Esclavitud de Amor a María Santísima Reina de la Paz. Día 7


El FUEGO PRUEBA EL HIERRO Y
LA TENTACIÓN AL JUSTO


Veni Creator Spíritus

Ven, Espíritu Creador,
visita las almas de tus fieles
llena con tu divina gracia,
los corazones que creaste.
Tú, a quien llamamos Paráclito,
don de Dios Altísimo,
fuente viva, fuego,
caridad y espiritual unción.
Tú derramas sobre nosotros los siete dones;
Tú, dedo de la diestra del Padre;
Tú, fiel promesa del Padre;
que inspiras nuestras palabras.
Ilumina nuestros sentidos;
infunde tu amor en nuestros corazones;
y, con tu perpetuo auxilio,
fortalece la debilidad de nuestro cuerpo.
Aleja de nosotros al enemigo,
danos pronto la paz
sé nuestro director y nuestro guía,
para que evitemos todo mal.
Por ti conozcamos al Padre,
al Hijo revélanos también;
Creamos en ti, su Espíritu,
por los siglos de los siglos
Gloria a Dios Padre,
y al Hijo que resucitó,
y al Espíritu Consolador,
por los siglos de los siglos. Amén.


San Juan 3,19-21

“Y el juicio está en que vino la luz al mundo, y los hombres amaron más a tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal aborrece la luz y no va a la luz, para que no sean censuradas sus obras. Pero el que obra la verdad, va a la luz, para que quede de manifiesto que sus obras están hechas según Dios.”


Mensaje, 2 de agosto de 2012

“Queridos hijos, estoy con vosotros y no me rindo. Deseo daros a conocer a mi Hijo. Deseo a mis hijos conmigo en la vida eterna. Deseo que experimentéis la alegría de la paz y que obtengáis la salvación eterna. Oro para que superéis las debilidades humanas. Oro a Mi Hijo, para que os conceda corazones puros. Queridos hijos míos, solo los corazones puros saben cómo llevar la cruz y saben cómo sacrificarse por todos los pecadores que han ofendido al Padre Celestial y que también hoy lo ofenden, porque no lo han conocido. Oro para que conozcáis la luz de la verdadera fe que viene solo de los corazones puros. De este modo, todos aquellos que están cerca de vosotros experimentarán el amor de Mi Hijo. Orad por aquellos que Mi Hijo ha elegido, para que os guíen por el camino de la salvación. Que vuestra boca esté cerrada a todo juicio sobre ellos. Os doy las gracias.”



“Feliz y mil veces feliz es en la tierra el alma a quien el Espíritu Santo revela el secreto de María para que lo conozca, a quien abre este huerto cerrado, para que en él entre, y esta fuente sellada para que de ella saque el agua viva de la gracia y beba en larga vena de su corriente. Esta alma hallará a Dios sólo, sin las criaturas, en esta amabilísima criatura, a Dios, a la vez, infinitamente santo y sublime, e infinitamente condescendiente y al alcance de nuestra debilidad. Puesto que en todas partes está Dios, en todas, hasta en los infiernos, se le puede hallar: pero no hay sitio en que la criatura encontrarle pueda tan cerca y tan al alcance de su debilidad como en María, pues para eso bajó a ella. En todas partes es el Pan de los fuertes y de los ángeles, pero en María es el Pan de los niños.” (El Secreto de María 20)


Ave Maris Stella

Salve Estrella del mar, Santa Madre de Dios
y siempre Virgen, feliz Puerta del cielo.
Tú que has recibido el saludo de Gabriel,
y has cambiado el nombre de Eva, establécenos en la paz.
Rompe las ataduras de los pecadores,
da luz a los ciegos, aleja de nosotros los males
y alcánzanos todos los bienes.
Muestra que eres Madre: reciba nuestras súplicas por medio de Ti,

Aquél que, naciendo por nosotros, aceptó ser Hijo tuyo.
¡Oh, Virgen incomparable! ¡Amable como ninguna!
Haz que, libres de nuestras culpas,
permanezcamos humildes y castos.
Danos una vida limpia,
prepáranos un camino seguro; para que,
viendo a Jesús, nos alegremos eternamente contigo.
Demos alabanza a Dios Padre,
gloria a Cristo Soberano y también al Santo Espíritu,
a los Tres un mismo honor. Amén.


Bien dice San Agustín: “muchos pecados leves, si se toman con descuido, matan. Pequeñas son las gotas que aumentan el caudal de un río, pequeños son los granos de arena; mas si se amontonan muchos granos, la arena comprime y oprime. Esto hace el descuido prolongado, porque da lugar a que los arroyos se desborden. Poco a poco entran por el agujero descuidado, pero entrando por mucho tiempo y no sacando el agua, ésta sumerge la nave.”

“Jamás ha estado el mundo tan corrompido como en la hora presente, porque jamás ha sido tan sagaz, tan prudente a su manera ni tan astuto. Utiliza tan finamente la verdad para inspirar el engaño, la virtud para autorizar el pecado, las máximas de Jesucristo para justificar las suyas, que incluso los más sabios según Dios son víctimas de sus engaños. «El número de sabios según el mundo, o de esos locos según Dios, es infinito (Si 1, 15).” (Amor a la Sabiduría 79)

“La verdadera devoción a la Santísima Virgen es santa. Es decir, te lleva a evitar el pecado e imitar las virtudes de la Santísima Virgen y, en particular, su humildad profunda, su fe viva, su obediencia ciega, su oración continua, su mortificación universal, su pureza divina, su caridad ardiente y paciencia heroica, su dulzura angelical y su sabiduría divina. Estas son las diez principales virtudes de la Santísima Virgen.” (Tratado de la V.D.10)


Magnificat

Proclama mi alma
la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios,
mi salvador;
porque ha mirado la humillación
de su esclava.
Desde ahora me felicitarán
todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho
obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
–como lo había prometido a nuestros padres–
en favor de Abrahán
y su descendencia por siempre.
Gloria al Padre, y al Hijo,
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.


Oración de San Juan XXIII

¡San José, guardián de Jesús y casto esposo de María, tu empleaste toda tu vida en el perfecto cumplimiento de tu deber. Tu mantuviste a la Sagrada Familia de Nazaret con el trabajo de tus manos. Protege bondadosamente a los que se vuelven confiadamente a ti. Tu conoces sus aspiraciones y sus esperanzas. Ellos se dirigen a ti porque saben que tu los comprendes y proteges. Tu también supiste de pruebas, cansancio y trabajo. Pero, aun dentro de las preocupaciones materiales de la vida, tu alma estaba llena de profunda paz y cantó llena de verdadera alegría debido al íntimo trato que gozaste con el Hijo de Dios que te fue confiado a ti a la vez a María, su tierna Madre.
Amén.


CATECISMO DE SAN JOSÉ

10- ¿Es cierto que san José fue santificado en el vientre de su madre?

La iglesia nunca ha decidido respecto a esta cuestión pero si nos referimos al dictamen de muchos teólogos distinguidos como Gerson, Canisio, Salmoron y otros santos teólogos diremos que San José fue santificado desde el vientre de su madre. Además todo nos guía a creer que esta opinión es verosímil porque si San Juan Bautista obtuvo esta gracia como conveniente a su cualidad del precursor del Mesías, no lo era menos para el que debía tener cargos más importantes y más privilegiados con el divino salvador y su santa y augusta Madre; no lo era menos para el que había merecido ser el esposo de la mas pura de las vírgenes y el padre custodio y nutricio del hombre Dios. Es muy creíble, pues, que desde su infancia gozo de ser inundado de gracias particulares, en virtud de ser escogido como esposo virginal de la Madre del Redentor. Adornado de la vestidura santa de la inocencia y enriquecido de las más magníficas virtudes.


Aquí se rezan Credo, 7 Padre Nuestros, Ave Marías y Gloria en honor de los dolores y gozos de la Reina de la Paz y del Señor San José.


M E M O R A R E

Acordaos, ¡oh castísimo esposo de la Virgen María, San José, mi amable protector, que nunca se ha oído decir que ninguno de los que ha invocado vuestra protección o implorado vuestros auxilios, hayan quedado sin consuelo. Lleno de confianza en vuestro poder, llego a vuestra presencia, y me recomiendo con fervor!
¡Ah! No desdeñéis mis oraciones, oh vos, que ha­béis sido llamado padre del Redentor, sino escu­chadlas con benevolencia, y dignaos recibirlas favo­rablemente. Así sea.

Trescientos días de indulgencias (una vez por día) apli­cables a los difuntos. (Breve de N. S. P. el Papa León XIII.)


ORACIONES

Oh custodio y padre de vírgenes San José, a cuya fiel custodia fueron encomendadas la misma inocencia Cristo Jesús y la Virgen de las vírgenes María. Por estas dos queridísimas prendas, Jesús y María, te ruego y te suplico me alcances que, preservado de toda impureza, sirva siempre con alma limpia, corazón puro y cuerpo casto a Jesús y a María. Amén.

Haz, oh José, que nuestra vida transcurra tranquila y que siempre sea segura bajo tu patrocinio.

¡Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía!
¡Jesús, José y María, asistidme en vida y en mi última agonía!
¡Jesús, José y María, expire en paz con Vos el alma mía!

San José, mi padre y señor, tú que fuiste guardián fiel del Hijo de Dios y de su Santísima Madre, la Virgen María, alcánzame del Señor la gracia de un espíritu recto y de un corazón puro y casto para servir siempre mejor a Jesús y a María. Amén.