SIETE DÍAS CON FRAY SLAVKO

SIETE DÍAS CON FRAY SLAVKO

21 de noviembre de 2024 0 Por Gospa Chile

Descubrir a Dios en la oración cotidiana, 7 ° Día


Queremos dar gracias a Dios Padre por el gran regalo del Padre Slavko Bárbaro; Deseamos honrar y orar por todos los Sacerdotes: por el Papa, los Obispos, los religiosos y los religiosos, para que a la Iglesia nunca le falte los valientes testigos del Evangelio y apóstoles del amor de Dios y de los planes de María Reina de la Paz, al igual que lo fue  Fray Slavko.


 Oremos al Espíritu Santo

Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.

Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones. 

¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén


Pidamos al Señor que por las súplicas de la Reina de la Paz nos aumente la Fe:

Creo en Dios Padre, 

Todopoderoso,

Creador del cielo y de la tierra. Y en Jesucristo, su único Hijo,

Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen,

padeció bajo el poder de Poncio Pilato,

fue crucificado, muerto y sepultado,

descendió a los infiernos,

al tercer día resucitó entre los muertos,

subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre, Todopoderoso.

Desde allí vendrá a juzgar a vivos y a muertos. Creo en el Espíritu Santo, la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida perdurable.

Amén.


Mensaje, 25 de julio de 2000

“¡Queridos hijos! No olviden que están sobre la tierra en camino hacia la eternidad y que vuestra morada está en los cielos. Por eso, hijitos, estén abiertos al amor de Dios y dejen el egoismo y el pecado. Que vuestra alegría sea únicamente el descubrir a Dios en la oración cotidiana. Por eso, aprovechen este tiempo y oren, oren, oren, y Dios está cerca de vosotros en la oración y a través de la oración. Gracias por haber respondido a mi llamado!”


 «…Si la motivación interior para orar es el amor de Dios y querer estar con Él, si a nosotros nos gusta estar con Jesús y María en los misterios gozosos, dolorosos y gloriosos del Rosario, si nos gusta escuchar la Palabra de Dios en las Sagradas Escrituras, si nos gusta estar con Jesús en la Eucaristía, entonces habremos desarrollado la verdadera motivación. Una vez que esto ocurra, todo lo demás puede también ocurrir y podremos pedir y esperar todo. Solo cuando nuestro amor a Dios nos empuja y motiva, podemos continuar orando y orar continuamente. El hecho de que María ora junto con Mirjana el día 2 de cada mes por los no creyentes – es decir por las personas que aún no han experimentado el amor de Dios – nos muestra como uno puede solucionar el problema. Ella está orando para que experimenten el amor de Dios, así, cuando uno ha recibido este amor, uno puede empezar a orar. María ha estado orando para que los corazones empiecen a abrirse y es por esta razón que muchas personas han encontrado el camino de la oración aquí en Medjugorje. Este empezar surge de la experiencia del amor de Dios. 4) María ha dicho frecuentemente que debemos orar con el corazón. Desde el momento en que empezamos a orar por amor, empieza a surgir la oración con el corazón. Pero para nosotros, cuando recién empezamos, es importante saber que el aspecto exterior de la oración depende de nosotros mientras que el aspecto interior no. María nos invita a la oración del corazón, y cuando nosotros por amor, a pesar de no saber cómo orar, nos decidimos a rezar el Rosario, a leer la Biblia y a ira a Misa todos los días, aún cuando dentro de nosotros no ocurra nada, habremos empezado la oración con el corazón. Si hacemos esto, el aspecto interior de la oración con el corazón puede empezar a crecer. Esto puede compararse con el crecimiento de una planta. Si alguien me pregunta cuando va a florecer una planta, debo admitir que no lo se, he preparado la tierra, he plantado la semilla, he traído el agua, y he acompañado a la planta en su crecimiento con la esperanza de que algún día se abrirá y florecerá.

Lo mismo ocurre con nuestra oración. Nosotros podemos cuidar las necesidades externas, pero el aspecto interior es un crecimiento que solo Dios puede manejar. Debemos orar para experimentar el amor, para hacer la oración como María nos ha enseñado aquí. Por último, lo único que Ella quiere es que tengamos una buena relación con Dios Padre, a través de Su Hijo, Jesucristo y el Espíritu Santo. María dijo que aquellos que oran no temerán el futuro. Si empezamos a orar de la forma en que María nos enseña y que hemos descrito brevemente aquí, la oración se convertirá en un encuentro con Dios – el Dios que nos creó, Que nos ama, Que sabe todo acerca de nosotros, hasta cuando, como dice Jesús, se nos cae un cabello de la cabeza. Y cuando hayamos desarrollado una completa confianza en el Padre, se alejarán todos nuestros temores. Ya no temeremos más por nuestro pasado, porque sabemos que Dios es misericordioso, ni temeremos el futuro porque entregaremos todo a Dios. En estos tiempos en que muchas personas difunden tanto miedo, nosotros debemos abrir nuestros corazones más a Dios y dejar que Él nos libere de todos los temores y nos de la paz, y así nosotros trasmitiremos esta paz que solo Él puede dar a todos los demás. Nunca debemos olvidar que el miedo es casi siempre el resultado del pecado, ya sea de los pecados de uno mismo o de otro o del entorno. Si dejamos de lado el miedo patológico, podemos decir que a través de la oración nos podemos liberar de todos los temores, especialmente en el Sacramento de la Confesión y en la Santa Eucaristía porque es en estos Sacramentos donde sentimos la presencia amorosa de Dios. Y precisamente esta presencia amorosa es la presencia liberadora de todos los temores. Por ello es que María dice: «Estoy con ustedes y los amo». Aquel que sabe que María está con él y que lo ama, tiene otro motivo para no vivir en temor sino en paz y con alegría, y espero que así sea…» 

  (Fray Slavko Barbaric, Medjugorje, 28 de junio, 2000)


Oración Día 7°

  «Danos un profundo deseo de descubrirte constantemente en la oración y que éste se desarrolle junto con la alegría de encontrarte como Padre de Jesucristo. A través de la alegría de Tu amor, líbranos de todo dolor, mezquindad, tristeza, depresión y todo sentimiento negativo y danos la fuerza para perdonar y para pedir perdón, para que podamos permanecer fieles en el camino hacia Ti junto con María. Danos a todos un espíritu renovado de oración, para que podamos aceptar con alegría y tomar seriamente esta invitación a orar de Tu Humilde Sierva, y permanecer fieles en la oración. Bendice, oh Padre, a todos aquellos que oran, para que se encuentren Contigo. Bendice a todos los que no oran más y que han tomado el camino equivocado en sus vidas, ilumínalos y dales Tu amor, abre sus corazones para que puedan retornar a Tu amor, para que puedan volver a los brazos paternales del Padre. También te pedimos por las personas que han fallecido en las guerras, en la violencia y accidentes, para que ellos, a quienes Tu has preparado junto con Tu Hijo, puedan llegar a Ti. María ayúdanos a permanecer fieles, para que un día podamos vivir en paz y alegría junto a Ti y a todos los Santos en el Cielo. Que así sea, Amén» (Fray Slavko Barbaric, Medjugorje, Julio 27, 2000)

Pater, Ave y Gloria. 

Reina de la paz, ruega por nosotros y la paz del mundo entero.


Fuente: Virgilio  Baroni

                  Medjugorje ws

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