Tómala, y paga por mí y por ti. Lunes XIX

Tómala, y paga por mí y por ti. Lunes XIX

10 de agosto de 2025 0 Por Gospa Chile

Yo agradezco particularmente a los jóvenes los sacrificios que han ofrecido! Gracias por haber respondido a mi llamado! ” (Mensaje, 5 de septiembre de 1985)


Evangelio Diario y Meditación

Oración al Espíritu Santo

Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén


Santo Evangelio

Evangelio según san Mateo 17, 22-2, 7
Mientras estaban reunidos en Galilea, Jesús dijo a sus discípulos: “El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres: lo matarán y al tercer día resucitará”. Y ellos quedaron muy apenados.

Al llegar a Cafarnaúm, los cobradores del impuesto del Templo se acercaron a Pedro y le preguntaron: “¿El Maestro de ustedes no paga el impuesto?” “Sí, lo paga”, respondió.

Cuando Pedro llegó a la casa, Jesús se adelantó a preguntarle: “¿Qué te parece, Simón? ¿De quiénes perciben los impuestos y las tasas los reyes de la tierra, de sus hijos o de los extraños?” Y como Pedro respondió: “De los extraños”, Jesús le dijo: “Eso quiere decir que los hijos están exentos. Sin embargo, para no escandalizar a esta gente, ve al lago, echa el anzuelo, toma el primer pez que salga y ábrele la boca. Encontrarás en ella una moneda de plata: tómala, y paga por mí y por ti”.


Meditación Patrística:

Primer Punto: Este pasaje tiene dos sentidos. Según el primero, los hijos de los reyes de la tierra están libres para con los reyes de la tierra. Los extraños también están libres fuera de los límites de su patria y son esclavos (como lo eran los israelitas entre los egipcios) de aquellos que los avasallan. Según el segundo sentido, por la misma razón de que algunos son extraños de los hijos de los reyes de la tierra pero son hijos de Dios, están libres. Estos son aquellos que permanecen en las palabras de Jesús y han conocido la verdad y la verdad los ha librado de la servidumbre del pecado. Mas los hijos de los reyes de la tierra no están libres porque todo el que comete un pecado, es esclavo del pecado ( Jn 8,34). (Orígenes)

Segundo Punto: No sé qué admirar más en este pasaje, si la presciencia del Salvador o su grandeza. Sabía por la presciencia, que en la boca de un pez y precisamente en el primero que debía coger Pedro, existía un estáter y por su grandeza y poder fue creado el estáter en la boca del pez; de esta manera hizo con su palabra lo que había de hallar después. Luego el mismo Cristo, por su excesiva caridad, llevó la cruz y pagó los impuestos. Y nosotros, desgraciados, que llevamos el nombre de Cristo y que no hemos hecho nada digno de tan grande majestad, no pagamos los impuestos por honra de El y estamos como hijos de un rey, exentos de los tributos. Simplemente el conocer esta conducta de Cristo, en medio de su pobreza extrema, puesto que no tenía con qué pagar el impuesto por su persona ni por la del apóstol, edifica a cualquiera que lo sepa. Y si alguno nos objetara, ¿pues cómo es que Judas llevaba una bolsa? Responderemos que Cristo consideraba como criminal el aplicar en utilidad propia lo que pertenecía a los pobres y que El mismo nos ha dejado este ejemplo. (San Jerónimo)

Tercer Punto: Cuando el Señor aconseja a Pedro que vaya a buscar el primer pez nos indica también que subirían otros muchos. El bienaventurado y primer mártir, Esteban, subió primero, llevando en su boca un estáter, esto es, el didracma de la nueva predicación con valor como el de dos denarios. Porque predicaba la gloria de Dios y contemplaba en sus tormentos la pasión de Nuestro Señor Jesucristo. (San Hilario)


Mensaje

“¡Queridos hijos! Hoy les agradezco todas las oraciones que han hecho. Continúen orando todavía y siempre más, de modo que Satanás se aleje de este lugar. Queridos hijos, el plan de Satanás ha fracasado! Oren para que se realice todo lo que Dios se propone cumplir en esta parroquia. Yo agradezco particularmente a los jóvenes los sacrificios que han ofrecido! Gracias por haber respondido a mi llamado! ” (Mensaje, 5 de septiembre de 1985)


Coloquio

“Por eso debemos pedir la gracia de poder permanecer cerca de Dios y que seamos salvados a fin de quedarnos con El toda la eternidad. A veces nos hacen la pregunta -y quizá a menudo como en broma- «¿Qué vamos a hacer en el Cielo?». En el Cielo, estaremos cerca de todos los que nos aman y de aquellos a quienes nosotros amamos y ésta es la respuesta a esta pregunta de qué vamos a hacer ahí — se ama y se es amado para siempre. Por eso es muy importante orar continuamente pidiendo que este anhelo por el Cielo permanezca en nosotros todo el tiempo y que nada en nuestro camino nos distraiga de ello.”
“Con María, la Reina de la Paz, Te pedimos la fortaleza de Tu Espíritu para poder dejar atrás todo lo que nos impide acercarnos a Ti, oh Padre. También Te pedimos que abras nuestros corazones para poder sentir el amor de María y siempre llevemos en nosotros el deseo de Ti y del Cielo, cooperando así en la tarea de la Salvación. Con María Te pedimos también por todos los que se han cansado, por los que han renunciado al deseo de la salvación, de Ti y del Cielo renazcan ahora por el poder de Tu Espíritu, a fin de que construyan sus vidas según Tu voluntad”. (Fr. Slavko Barbaric, 27 de Agosto, 1998)


Comunión Espiritual

“Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)