Analizando Documento Santo Oficio

Analizando Documento Santo Oficio

14 de abril de 2021 0 Por Gospa Chile

Jesús García, de la Nota de Medjugorje: «Roma ha apuntalado el testimonio de millones de personas»

¿Es este un reconocimiento de las «supuestas apariciones»? ¿A qué responden las «contradicciones» o «aspectos problemáticos» mencionados en el documento de Doctrina de la Fe? ¿Qué consecuencias tendrá para los cientos de miles de peregrinos que acuden cada año a la aldea bosnia? (En Religión en Libertad). 

-¿Qué supone para uno de los principales difusores de Medjugorje en España este documento?

-Sobre todo es un espaldarazo a la vida de gracia que se da en Medjugorje por parte del Vaticano, animando a los fieles a vivir esa gracia concreta que se vive en actualmente. Siempre digo que es una gracia concreta y actual porque algún día se terminará.

Y segundo, es un reconocimiento implícito a las apariciones. Porque si no fuesen verdad, o si fuesen una estafa, se condenarían. Y sin embargo, lo que ha hecho el Vaticano a través de esta nota que otorga el Nihil obstat a la experiencia espiritual es la argumentación utilizando mensajes de la Virgen, por tanto hay un reconocimiento implícito de que la naturaleza es sobrenatural. No lo quiere hacer explícito por algún tipo de prudencia, pero implícito sí que lo hay.

Video Palabras Párroco de Medjugorje

 El cardenal y prefecto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha presentado el documento utilizando la frase de que en Medjugorje se da una experiencia del corazón. Creo que ese es el denominador común de los millones de peregrinos que han ido en los últimos 43 años y que han manifestado algún tipo de cambio espiritual en su vida, algunos más fuerte, otros menos, pero el denominador común es que ahí hay una experiencia de la gracia y eso al final es experiencia del corazón. Eso es inexplicable. Se puede testimoniar y vivir  pero no se puede explicar, porque es el misterioso modo de actuar de los designios, dones y gracias del Señor por medio de su Madre Santísima.

Lo que hemos hecho los que hemos ido allí hasta este Nihil obstat ha sido eso: testimoniar que hay un lugar en la tierra en que se hacen más evidentes, tangibles y perceptibles las verdades del cielo. Lo que ha hecho Roma ha sido apuntalar ese testimonio que tantísimos millones de personas han dado. Lo que implica, entonces,  es reconocer que esos peregrinos no estaban locos. Lo que se da es una experiencia del corazón que implica una serie de cambios, cambios que en muchos casos se alargan en el tiempo, son cambios buenos y positivos para la vida de fe, para la vida espiritual y para la vida de las personas.»  

**-Al comienzo de la Nota se valoran los «muchos elementos positivos» de los mensajes pero también se previenen de «contradicciones» o contenidos relacionados con supuestos hechos, dichos, aparenten contradicciones y no fundadas versiones.  El documento explica, interpreta, diferencia y aclara.

 -También se habla de «un lenguaje místico impreciso y, en definitiva, incorrecto» o «palabras no adecuadas».   La declaración vaticana busca disipar y distinguir los probables peligros.  

Es un reconocimiento implícito, no explicito. No usa la frase «aquí se aparece la Virgen», pero si se dan los auténticos frutos y están presentes los verdaderos contenidos queridos tradicionalmente por las perennes enseñanzas de la Iglesia. Es una manera de decir: esto está sucediendo.»

Sobre las dudas en algunas ocasiones en el lenguaje de videntes o mensajes, el prefecto ha puesto un ejemplo claro citando a Santa Teresita del Niño Jesús, diciendo que cuando extraes los mensajes del contexto, puede generar confusión. Al fin y al cabo, los 6 videntes son unos chicos que en su día eran muy jóvenes, no tenían estudios, vivían en pueblo muy pobre, son de naturaleza o origen campesino y a lo mejor no han sido todo lo duchos que le gustaría a Roma al dar explicaciones.

Pero más allá de eso, lo importante no es tanto la forma sino el fondo. Y en el fondo no ha habido error teológico señalado por parte del Vaticano en sus mensajes. Lo importante es  que hoy Roma ha hecho mucho más con lo que no ha dicho que con lo que sí. Al no haber condena, hay una aprobación implícita. Es un voto de confianza. El cardenal también ha explicado que en la comisión de investigación que ordenó Benedicto XVI, hubo una votación por los comisionados en que dieron por ciertas las apariciones de los 7 primeros días. No viene en la nota, pero lo ha contado así a los participantes.

-La Nota también subraya el «valor menor de las mismas apariciones frente al inmenso tesoro espiritual que es la Eucaristía.

El Documento reconoce que lo que por sobre todo ocurre en Medjugorje es centrar todo en la Eucaristía, que es lo que hacen los mensajes de Medjugorje, clarísimamente cristocéntricos. 

Se explicó por ejemplo: «Hay un mensaje en que María le dice  a  los videntes que si tienen que elegir entre la aparición o la misa, que vayan a misa.»

El periodista Jesús Garcia también lo precisa:  «En mi primer viaje a Medjugorje iba con mucha inquietud, incluso morbosa, y en apenas dos horas, el tema de las apariciones pasó a un segundo plano y empezó a cobrar importancia la vida de la parroquia. Ahí hay una gracia concreta que te hace más sensible y perceptible a las gracias que suceden en la vida de los sacramentos. Al final, vas a Medjugorje y lo más probable es que no veas a un vidente, sino que te pasas siete días yendo a misa y rezando.»

El mis periodista ha explicado: En la exposición del día 19 de Septiembre se ha explicado mucho más de lo que viene en el documento, han tocado todo lo polémico que hay en torno a Medjugorje, como el conflicto histórico desde hace mas de 100 años entre el clero franciscano y el diocesano, que muchas veces se ha utilizado para atacar a Medjugorje.

También se ha hablado de frailes que no han hecho bien las cosas.  Hay un fraile que tuvo que ver con el comienzo de las apariciones que hoy está excomulgado por otros asuntos que no tienen nada que ver. Y se ha usado su nombre para atacar a Medjugorje, pero no el de los cientos de frailes obedientes. Roma lo ha hecho muy bien. Es una explicación para el hombre de hoy. El hombre de hoy necesita comunicación y transparencia. La Iglesia tradicionalmente ha sido una institución bastante opaca en comunicación y creo que hoy han dado un paso adelante en transparencia: ahora ya no hay ninguna duda sobre la bondad de la experiencia espiritual de Medjugorje.

 Una decisión que no sorprende.

 Ya el pasado mes de mayo el cardenal Fernández, respondiendo a una pregunta sobre Medjugorje, había dicho: «Con estas normas pensamos que será más fácil seguir adelante y llegar a una conclusión». Y no se trata de un planteamiento inédito, como atestiguan las palabras utilizadas por el entonces cardenal Ratzinger en el libro de entrevistas «Informe sobre la fe»: «Uno de nuestros criterios es separar el aspecto de la verdadera o presunta ‘sobrenaturalidad’ de la aparición del de sus frutos espirituales. Las peregrinaciones del cristianismo primitivo se dirigían a lugares sobre los que nuestro espíritu crítico de modernos se quedaría a veces perplejo en cuanto a la ‘verdad científica’ de la tradición vinculada a ellos. Esto no quita que aquellas peregrinaciones fueran fecundas, provechosas, importantes para la vida del pueblo cristiano. El problema no es tanto el de la hipercrítica moderna (que luego desemboca, entre otras cosas, en una forma de nueva credulidad) como el de valorar la vitalidad y la ortodoxia de la vida religiosa que se desarrolla en torno a esos lugares». El propio Benedicto XVI, en 2010, había encargado a una comisión dirigida por el cardenal Ruini el estudio del fenómeno, y el resultado había sido favorable.

La Nota titulada «Reina de la Paz» reconoce, por tanto, la bondad de los frutos, presenta un juicio global positivo de los numerosos mensajes ligados a Medjugorje que se han difundido a lo largo de los años, corrigiendo algunos textos problemáticos y algunas interpretaciones. Con respecto a los antiguos protagonistas del fenómeno, que han sido objeto de controversia e incluso de acusaciones a lo largo de los años, el documento aclara desde las primeras líneas que el nulla osta no implica un juicio sobre la vida moral de los videntes, que a quienes los conocemos, hasta ahora ha sido edificante y que, en cualquier caso, los dones espirituales «no requieren necesariamente la perfección moral de las personas implicadas para actuar». Al mismo tiempo, el hecho mismo de que se concediera el nulla osta significa que no se detectaron aspectos especialmente críticos o arriesgados, ni mentiras, falsificaciones o mitomanías.

La Nota del Dicasterio destaca los dos núcleos centrales del mensaje de Medjugorje: el de la conversión y el retorno a Dios, y el de la paz. Cuando comenzó el fenómeno y María se presentó como la «Reina de la Paz», nadie podía imaginar que aquellas mismas tierras serían escenario de sangrientos enfrentamientos por la guerra que se precipitaría por esa zona geográfica y cultural. 

El escritor Andrea Tornelli dió el testimonio de que quedó profundamente impresionado, mientras participaba en una peregrinación, por los testimonios de amigos y conciudadanos de los videntes: personas ajenas a las apariciones y a los mensajes que, ante la crueldad de la guerra que se había librado en aquellas tierras incluso entre vecinos, habían sabido perdonar. Y gracias a su experiencia de fe ligada a las apariciones de Medjugorje, también se habían reconciliado con los culpables de graves violencias contra sus familiares. Un aspecto mucho más «milagroso» que muchos otros fenómenos de los que se habla en torno a los lugares de las apariciones.

El auténtico mensaje de Medjugorje, al fin y al cabo, está en esos mensajes en los que la Virgen se relativiza y nos invita a no ir detrás de falsos profetas, a no buscar con curiosidad noticias sobre «secretos» y predicciones apocalípticas, como puede verse en un mensaje de noviembre de 1982: «No vayan en busca de cosas extraordinarias, sino tomen el Evangelio, léanlo y todo les quedará claro». 

En realidad, ha advertido el Vaticano, es la misma Virgen «quien relativiza sus mensajes sometiéndolos al valor de la Palabra revelada en la Escritura». Este caso se acompaña de dos ejemplos: «No vayáis en busca de cosas extraordinarias, sino tomad el Evangelio, leedlo y todo os será claro», un mensaje recibido por los videntes el 12 de noviembre de 1982 y «¿Por qué hacéis tantas preguntas? Todas las respuestas están en el Evangelio», mensaje, del 19 de septiembre de 1981. 

El Vaticano ha reconocido como uno de los aspectos centrales de los mensajes de la Virgen Medjugorje, el de la paz entendida no sólo como ausencia de guerra, sino también en sentido espiritual, familiar y social. Así el Vaticano ha declarado que el título más original que la Virgen se atribuye es, en efecto, el de «Reina de la Paz». Además hay una serie de mensajes en los que la Virgen no se sitúa en el centro, sino que «se muestra plenamente orientada» a la unión con Dios. «La intercesión y la obra de María aparecen claramente supeditadas a Jesucristo como autor de la gracia y de la salvación en cada persona», ha asegurado el departamento del Vaticano que dirige el cardenal argentino Manuel Fernández.

En los mensajes también hay «una invitación constante a abandonar el estilo de vida mundano y el apego excesivo a los bienes terrenales, con frecuentes llamadas a la conversión, que hace posible la verdadera paz en el mundo».

El Vaticano también ha dejado claro que la publicación de estas conclusiones no implican un «juicio sobre la vida moral de los presuntos videntes» y que, en cualquier caso, los dones espirituales «no exigen necesariamente la perfección moral de las personas implicadas para poder actuar». Además, ha recordado que nadie está obligado a creer en ellos, si bien ha indicado que los fieles «pueden recibir un estímulo positivo para su vida cristiana a través de esta propuesta espiritual y autoriza el culto público».

Gracias Gospa

Homilía Párroco Medjugorje