«Un tesoro». Miércoles XVII

«Un tesoro». Miércoles XVII

29 de julio de 2025 0 Por Gospa Chile

«Primeramente perdonen en la familia y entonces serán capaces de perdonar a los demás. Gracias por haber respondido a mi llamado!” (Mensaje 25 de Enero 1996)


Evangelio Diario y Meditación

Oración al Espíritu Santo

Recibid ¡oh Espíritu Santo!, la consagración perfecta y absoluta de todo mi ser, que os hago en este día para que os dignéis ser en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi director, mi luz, mi guía, mi fuerza, y todo el amor de mi corazón.
Yo me abandono sin reservas a vuestras divinas operaciones, y quiero ser siempre dócil a vuestras santas inspiraciones.
¡Oh Santo Espíritu! Dignaos formarme con María y en María, según el modelo de vuestro amado Jesús. Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén


Santo Evangelio

Evangelio según san Mateo 13, 44-46

Jesús dijo a la multitud:
El Reino de los Cielos se parece a un tesoro escondido en un campo; un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y lleno de alegría, vende todo lo que posee y compra el campo.
El Reino de los Cielos se parece también a un negociante que se dedicaba a buscar perlas finas; y al encontrar una de gran valor, fue a vender todo lo que tenía y la compró.


Meditación Patrística:

Primer Punto: Y el reino de los cielos es semejante a las cosas de la tierra en el sentido de que el alma debe elevarse de las cosas conocidas a las desconocidas, y del amor a las cosas visibles al de las invisibles. Sigue: «Y a causa del gozo». Compra sin duda el campo después de haber vendido todo lo que posee aquél que renunciando a los placeres de la carne echa debajo de sus pies todos sus deseos terrenales por guardar las leyes divinas. (San Gregorio)

Segundo Punto: Este tesoro escondido en el campo son los dos Testamentos que hay en la Iglesia, de los cuales, cuando alguno llega a entender alguna parte, comprende que aun hay en ellos ocultas grandes cosas, y se marcha y vende cuanto tiene y los compra, es decir, compra con el desprecio de las cosas temporales la tranquilidad y se hace rico con el conocimiento de Dios. El hombre que busca las perlas buenas, halla una sola que es preciosa. Esto es, al buscar a los hombres buenos para vivir con utilidad con ellos, halla a uno solo, que está sin pecado, a Jesucristo. O al buscar los preceptos por los que puede vivir bien en medio de los hombres, halla el amor del prójimo, en el que, según palabras del Apóstol, están contenidas todas las cosas. O al buscar los buenos pensamientos, halla aquel Verbo que los abarca todos: «En el principio era el Verbo» ( Jn 1,1), palabra que brilla con el candor de la verdad, que es sólida con la fuerza de la eternidad, que esparce por todas partes su luz con la hermosura de la Divinidad, y que cuando se la penetra deja ver a Dios bajo el velo de la carne. (San Agustín)

Tercer Punto: En las palabras: «Que se castraron a sí mismos», no expresa el Señor la amputación de los miembros, sino de los malos pensamientos y es digno de maldición el que se mutila. Porque se coloca al nivel de los homicidios, favorece a los maniqueos (detractores de las criaturas) y obra tan inicuamente como en los países donde se mutilan a sí mismos. Es una tentación del demonio el amputar algún miembro y los que hacen tal cosa no por eso acallan los estímulos de la concupiscencia, por el contrario, se irritan más. Porque las fuentes del esperma que hay en nosotros vienen de otra parte, del deseo incontinente en especial y del alma negligente. Pero si el alma fuere sobria, ninguna influencia ejercerá en nosotros el movimiento de la sangre. Porque la amputación del miembro, ni sujeta las pasiones, ni nos deja tranquilos, ni es como el freno puesto al pensamiento. (Sam Juan Crisóstomo)


Mensaje

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a decidirse por la Paz. Oren a Dios para que les dé la verdadera paz. Vivan la paz en sus corazones y comprenderán, queridos hijos, que la paz es un don de Dios. Queridos hijos, sin amor no pueden vivir la paz. El fruto de la paz es el amor y el fruto del amor es el perdón. Yo estoy con ustedes y los invito a todos, hijitos, a que primeramente perdonen en la familia y entonces serán capaces de perdonar a los demás. Gracias por haber respondido a mi llamado!” (Mensaje 25 de Enero 1996)


Coloquio:

Te pedimos especialmente, oh Padre, que podamos ser capaces de amar, no de manera humana, sino a Tu manera. Libéranos de los celos y de todos los pensamientos que nos distraen y que nos impiden vivir sólo en Tu amor, de tal modo que nuestra vida, nuestras relaciones familiares, nuestra iglesia y el mundo entero puedan ser más hermosos. Libera nuestro comportamiento, nuestras palabras y nuestros pensamientos de cualquier interés personal para que podamos amarte simplemente como Tu nos amas y podamos llegar a amarnos unos a los otros simplemente. Danos también la gracia de poder comprender las palabras que María nos da por amor, de poder aceptar a los demás porque Tu nos creaste y nos amas y que podamos perdonarnos unos a otros. (Fr. Slavko, 28 de Septiembre 1997)


Comunión Espiritual

“Padre eterno, permitid que os ofrezca el Corazón de Jesucristo, vuestro Hijo muy amado, como se ofrece Él mismo, a Vos en sacrificio. Recibid esta ofrenda por mí, así como por todos los deseos, sentimientos, afectos y actos de este Sagrado Corazón. Todos son míos, pues Él se inmola por mí, y yo no quiero tener en adelante otros deseos que los suyos. Recibidlos para concederme por sus méritos todas las gracias que me son necesarias, sobre todo la gracia de la perseverancia final. Recibidlos como otros tantos actos de amor, de adoración y alabanza que ofrezco a vuestra Divina Majestad, pues por el Corazón de Jesús sois dignamente honrado y glorificado. Amén.” (De Santa Margarita María Alacoque)