Nuestra Señora de Czestochowa
La Virgen Negra estaba entronizado en el monasterio de Jasna Gora
En la época de las grandes invasiones de los suecos (1655), a las que el pueblo llama “El diluvio sueco”, cuando todo parecía perdido, cuando el rey y el ejército se encontraban en retirada, he aquí que los monjes de Jasna Gora levantan la cabeza.
Estaban decididos a no someterse y el poderoso ejército sueco nunca llegó a acabar con estos pocos monjes polacos hacinados en un antiguo monasterio. La resistencia espiritual que se organizó en torno a ellos fue tal que los suecos pronto se vieron obligados a retirarse.
La increíble victoria se atribuyó a María, cuyo famoso icono de la Virgen Negra estaba entronizado en el monasterio de Jasna Gora. El rey Juan Casimiro proclamó a la Madre de Dios Reina del Reino de Polonia. Desde entonces, el santuario de Jasna Gora es el lugar donde se resume toda la historia de Polonia, todos los grandes acontecimientos de la nación están ligados a él de una u otra forma: «hay que escuchar este lugar para sentir cómo el corazón de la nación late en el corazón de su Madre».
Juan Pablo II, 4 de junio de 1979, durante su 1er viaje a Polonia.
*En Czestochowa se encuentra hoy el icono de la Virgen negra de Jasna Gora