Madre Teresa de Calcuta y la Virgen María

Madre Teresa de Calcuta y la Virgen María

5 de septiembre de 2024 0 Por Gospa Chile

Su profunda devoción por la Madre de Dios la llevaba a alentar a todos a buscar “a Jesús a través de María”.


Madre Teresa nació en Skopie, en la actual Albania, el 26 de agosto de 1910.

La santa llegó por primera vez a India en 1929, a los 19 años. Era religiosa de la Congregación de las Hermanas de Loreto.

Viendo el drama de la miseria en las calles de Calcuta, una de las ciudades más pobres de la India, en 1950 siente el llamado de Cristo a fundar la Congregación de las Misioneras de la Caridad. Su carisma es el servicio libre y gratuito a los más pobres de entre los pobres. Más tarde vendrán otras cuatro ramas: Hermanas activas y contemplativas, Hermanos activos y contemplativos, y los sacerdotes y laicos Misioneros de la Caridad.

En declaraciones a ACI Prensa, el P. Cyril D’ Silva, Misionero de la Caridad, recordó que la Madre Teresa tenía un constante y “muy sencillo, pero muy profundo” gesto para la Virgen: “En sus viajes llevaba en su bolsa una pequeña imagen de la Virgen María que decía: ‘Ella es mi compañera, acompañándome para saciar la sed de Jesús en el calvario viviente’”.

El P. D’ Silva explicó que la devoción de Santa Teresa de Calcuta por la Virgen María era como la de “una pequeña niña que confiaba toda su vida a esta Madre Celestial”.

El sacerdote Misionero de la Caridad recordó que también tuvo “mucho impacto” en la Madre Teresa el “mensaje de Fátima”, que conoció “cuando era adolescente”.

El P. D’ Silva explicó que “esta devoción muy profunda” de la Madre Teresa por la Virgen María se puso de manifiesto cuando debió nombrar la primera casa para enfermos moribundos recogidos de la calle.

“Se llama Nirmal Hyrdoy, que significa ‘Inmaculado Corazón de María’”, señaló.

Para el sacerdote de la congregación fundada por la Madre Teresa, resulta claro que “al estar cerca de Nuestra Señora, podemos encontrar la gracia y el coraje para superar nuestras propias pruebas y cruces personales”.

“Nuestra Señora nos ayuda, como lo encontró la Madre Teresa en su visión, a convertirnos en contemplativos al pie de la cruz, para descubrir la presencia y el amor de Dios, incluso en medio de nuestras pruebas y noches oscuras”, expresó.

Para la Madre Teresa, recordó, “nada es imposible para todos los que llaman a María ‘Madre’”.