Madre de Jesucristo

Madre de Jesucristo

9 de noviembre de 2023 0 Por Gospa Chile

Los sagrados nombres de Jesús y de María sobre su corazón, y la modestia y mortificación de Jesucristo en toda su conducta


Dios no nos ha dado otro fundamento de salvación, perfección y gloria que Jesucristo. Todo edificio que no esté construido sobre esta roca firme, se apoya en arena movediza, y se derrumbará infaliblemente tarde o temprano.

Quien no esté unido a Cristo como el sarmiento a la vid, caerá, se secará y lo echarán al fuego (ver Jn 15,6). En cambio, si permanecemos en Jesucristo, y Jesucristo en nosotros, no pesa ya sobre nosotros condenación alguna: ni los ángeles del cielo, ni los hombres de la tierra, ni los demonios del infierno, ni creatura alguna podrá hacernos daño, porque nadie podrá separarnos de la caridad de Dios presente en Cristo Jesús

Por Jesucristo, con Jesucristo, en Jesucristo lo podemos todo: tributar al Padre en la unidad del Espíritu Santo todo honor y gloria; hacernos perfectos y ser olor de vida eterna para nuestro prójimo.

San Luis María de Montfort, Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, n°61.

  1. En fin, sabemos que serán verdaderos discípulos de Jesucristo, marchando sobre las huellas de su pobreza, humildad, menosprecio del mundo y caridad, enseñando el camino estrecho de Dios en su pura verdad según el Santo Evangelio, y no según las máximas del mundo, sin inquietarse ni hacer acepción de nadie, sin exceptuar, escuchar ni temer a ningún mortal, por más poderoso que sea. Tendrán en su boca la espada de dos filos de la palabra de Dios; llevarán sobre sus espaldas el estandarte ensangrentado de la Cruz, el Crucifijo en la mano derecha, el Rosario en la izquierda, los sagrados nombres de Jesús y de María sobre su corazón, y la modestia y mortificación de Jesucristo en toda su conducta.

He ahí los grandes hombres que vendrán, que serán hechos por María siguiendo las órdenes del Altísimo, para extender su imperio sobre el de los impíos, idólatras y mahometanos. ¿Cuándo y cómo será esto?… Sólo Dios lo sabe: A nosotros sólo nos corresponde callar, rogar, suspirar y esperar: Exspectans exspectavi (Sal. 39, 2).

San Luis María de Montfort, Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen, n°59