Su Pasión, Su Cruz, Su Muerte y Su Resurrección
Oración de Fray Slavko
Dios, Padre nuestro, Te damos gracias por habernos dado a Tu Hijo, Jesucristo, y haberlo enviado a este mundo como nuestro Mesías, nuestro Salvador y Redentor. Te damos gracias por Su Pasión, Su Cruz, Su Muerte y Su Resurrección. Danos la gracia de poder acercarnos más a El en este tiempo, para que podamos comprender Su amor inconmensurable y que Su amor nos conmueva de tal modo que cambie nuestro corazón. Junto con María, Te pedimos, oh Padre, la gracia y la fortaleza de renunciar a todo lo que dificulta u obstaculiza nuestro caminar hacia Ti, hacia María, hacia la Iglesia y hacia la gente que nos rodea. Te pedimos también la fuerza, oh Padre, de vivir nuestros pequeños sacrificios, a fin de que podamos seguir a Jesús. Danos Tu Espíritu de Sabiduría y Amor para que podamos ser capaces también de meditar y concentrarnos en lo que es importante en la vida y seamos así testigos de Tu amor. Te pedimos, oh Padre, el don de la fe para todos los que la han perdido y especialmente para quienes, a causa del sufrimiento, han perdido la fe y la esperanza. Te presentamos a la Iglesia entera, a todas las personas que en este momento guían a la Iglesia en Tu nombre — el Papa, los Obispos, los Sacerdotes y los miembros de todas las órdenes religiosas. Te presentamos a todos los que han abandonado la Iglesia, a todos los que la critican, la acusan o la atacan. Que sus corazones sean sanados a fin de que la Iglesia pueda cumplir su tarea en estos tiempos. Señor, que todos los pueblos que están en conflicto unos con otros alcancen la gracia de la reconciliación. Por medio de Tu Espíritu sana todo lo que impide esa reconciliación. Danos la gracia de poder sentir Tu amor también a través de María y podamos recibir su bendición. Bendice a nuestros enfermos, bendice a los jóvenes y a todos los que en este momento no creen en Tu amor y misericordia. Bendice a todos los que no creen que todo sucede para bien. Bendice a todos los que no creen en la vida eterna y en la resurrección y que a través del camino del sufrimiento, todos nosotros Te alcanzaremos en Tu gloria. Bendícenos, protégenos y danos la paz. En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Padre Slavko Barbaric
Medjugorje, Febrero 27 de 1998