Conocí a la vidente Vicka, rezamos juntos y mi tumor desapareció
«Por primera vez en mi vida, oré con el corazón».
Fuente: Artículo Medjugorjenoticias.com
¿Cuántos milagros suceden durante la oración en Medjugorje? La oración es el arma más poderosa que tenemos. El testimonio que traemos es un hermoso ejemplo de recuperación de una enfermedad maligna que parecía incurable.
Arthur P. Boyle y su esposa Judy formaron una familia numerosa. Visitaban y apoyaban regularmente a su parroquia. Sin embargo, llevaron una vida bastante tibia en la religión. Entonces Arthur cayó enfermo. El diagnóstico fue terrible: un tumor en el riñón que le dejaba poco tiempo.
Después de que los médicos le dijeron que solo le quedaban unos pocos meses de vida, la familia Boyle comenzó a orar al Señor por ayuda. Todos rezaron juntos con muchos amigos y un sacerdote carismático, mientras la situación de Arthur empeoraba. Él mismo dirá: «Por primera vez en mi vida, oré con el corazón». Me entregué por completo y entregué todo mi dolor a Dios. Y en ese momento tuve la sensación de que me habían golpeado».
- Para mí también fue una vigilia de oración de toda la noche, me di cuenta que algo maravilloso está pasando y que con la ayuda de Dios puedo vencer al cáncer. Arthur se sometió a una cirugía para extirpar todo el cáncer, pero volvió ocho meses después. «¿Por qué tendrías que ayudarme de nuevo?», se preguntó Arthur, mientras que la nueva operación estaba programada para el 14 de septiembre.
En ese momento, un amigo de la familia se enteró de Medjugorje y Arthur decidió ir allí, diez días antes de la operación. En Medjugorje, Arthur y sus amigos (fue en el año 2000) entendieron todo lo que había sucedido allí desde 1981. Arthur no se confesó durante 15 años y decidió dar ese paso, habiendo obtenido ya un pequeño cambio de opinión. Entonces, en una tienda de la zona, se encontró por casualidad con la vidente Vicka , que había perdido su avión a Roma ese día, y comenzaron a orar juntos.
Arthur recorrió el camino de la cruz en Križevac: «Me arrodillé en el barro al pie de la cruz… Lloré desesperadamente y le supliqué al Padre celestial que tuviera misericordia de mí», «me invadió una sensación de paz». Era la víspera de la fiesta de la Natividad de la Virgen María: «Estaba verdaderamente convencido de que estaba curado». El 12 de septiembre, fiesta del Nombre de María, las pruebas clínicas demostraron que el tumor había «desaparecido por completo». El oncólogo de Arthur, a pesar de la evidencia, se mantuvo escéptico, convencido de que el tumor regresaría. En cambio, después de dos décadas, ¡Arthur está genial!
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