Novena de la Asunción de María Santísima

Novena de la Asunción de María Santísima

6 de agosto de 2023 0 Por Gospa Chile

Tema primer día: ¿Cómo será eso, pues no conozco varón?


V. El Señor la recogida.

R. Y la predestinó.

Introducción

El día 1 de noviembre de 1950, Pío XII definió solemnemente la Asunción de la Santísima Virgen María: “Proclamamos, declaramos y definimos ser dogma divinamente revelado, que la Inmaculada Madre de Dios, siembre Virgen María, cumplió el curso de su vida terrestre, fue asunta en cuerpo y alma a la Gloria celestial” (DS 3903).

Era obvio que la Madre de Dios, recibiera antes que nadie morada en el cielo y fuera glorificada para que desde allí continuara velando por sus hijos.

En momentos importantes, difíciles de la vida o en fechas memorables, nuestro primer debe ir hacia la “madre”: su pensar, su sentir, su actuar… con cariño de hijos, recuerde sus palabras, sus consejos. También la Virgen María, antes de su tránsito al cielo, nos dejó unas palabras, pocas, pero que son la clave para desvelarnos su semblanza humano-espiritual, a su paso por este mundo.


Lectura

Lc 1,26-34 “¿Cómo será eso, pues no conozco varón?”

Comentario

María, la joven doncella de Nazaret, a la que Dios le ofrece la maternidad divina, se sorprende del anuncio del ángel, pide una aclaración y recibe una respuesta misteriosa: “El Espíritu Santo vendrá sobre ti” (Lc 1,35).

María no comprende, pero cree y confía; no pone inconvenientes, no se para a pensar en sí mismo: si está preparado, si tiene capacidades…; sabe que para Dios todo es posible y pone su vida a disposición de su plan divino, siendo Madre y Virgen a la vez.

“Esta opción del estado virginal por parte de María, que en el designio de Dios la dispuso al misterio de la Encarnación… constituyó una opción valiente, llevada a cabo para consagrarse totalmente al amor de Dios” (MC 37).


Peticiones

a) Señor, por intercesión de la Virgen María, Virgen oyente, orante y oferente, te pedimos que también nosotros escuchemos y oremos tu Palabra divina y haz que nuestra ofrenda de cada día te sea agradable y sea dedicación a los que sufran para que permanezcamos fieles al evangelio y al espiritu de nuestra Santa Madre Fundadora.

Ave María… y Gloria al Padre

b) Señor, por intercesión de la Virgen María, que permaneció firme y fuerte junto a la cruz de su hijo, te pedimos para que sepamos estar junto a los enfermos y seamos portadores de evangelio, consuelo y paz.

Ave María…y Gloria al Padre

c) Señor, por intercesión de la Virgen María, que fue elevado al cielo y glorificada sobre los coros de los ángeles y santos, te pedimos que Ella mire con materno amor a todos y dirija nuestros pasos y nos impulse a encarnar el espíritu y carisma que pasamos Santa María para que, recorriendo el camino de la caridad perfecta, lleguemos un día a la gloria del cielo.

Ave María… y Gloria al Padre


Oración final

Señor, te pedimos conservar la fidelidad a la misión de “estar” junto a los enfermos y ser para ellos el signo del amor maternal de la Virgen María. Por Jesucristo, nuestro Señor. Amén