Novena Santo Cura de Ars

Novena Santo Cura de Ars

25 de julio de 2024 0 Por Gospa Chile

Día 1 Fe Ardiente

«¡Orad por los sacerdotes! Orad para que la unión entre Mi Hijo y ellos sea lo más fuerte posible, para que sean una sola cosa. ¡Os doy las gracias!” (Del Mensaje del 2 de Septiembre, 2012)

“Hijos míos” decía el Cura de Ars, cuando predicaba lleno de emoción desde el púlpito y añadía a lo anterior: “tomen esto muy en cuenta! Cada vez que he recibido una gracia, es porque la he pedido de esta manera. Esta oración no falla nunca” 


San Juan Bautista María Vianney, Santo Cura de Ars-sur-Formans, Francia.

 (8 de mayo de 1786 – 4 de agosto de 1859)

Sacerdote diocesano, Patrono del clero diocesano y los párrocos.

Modelo de humildad, pureza de vida y de intención, humildad, devoción, penitencia y celo por la salvación de las almas.

Canonizado el 31 de mayo de 1925 por el papa Pío XI.


Fe ardiente. San Juan María Bautista Vianney tu naciste de una madre profundamente religiosa; de ella recibiste la santa Fe, aprendiendo a amar a Dios y a rezar. Ya a temprana edad se te pudo ver arrodillado delante de una estatua de María. Tu alma fue arrebatada de forma sobrenatural hacia las cosas más elevadas. A pesar del alto coste respondiste a tu vocación.

Contra muchos obstáculos y contradicciones tuviste que luchar y sufrir para llegar a ser el perfecto cura que fuiste. Pero tu espíritu de profunda fe te sostuvo en todas estas batallas. Oh gran santo, tu conoces el deseo de mi alma. Quisiera servir a Dios mejor. De El he recibido muchas buenas cosas. Por esto, obtén para mi más valor y especialmente una profunda fe.

Muchos de mis pensamientos, palabras y acciones son inútiles para mi santificación y mi salvación porque ese espíritu sobrenatural no impulsa mi vida. Ayúdame a ser mejor en el futuro.


Oraciones Diarias


Señor mio, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por ser Vos quién sois y porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas las ocaciones de ofenderos, confesarme y, cumplir la penitencia que me fuera impuesta. Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en vuestra bondad y misericordia infinita, que los perdonareis, por los méritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte, y me daréis gracia para enmendarme, y perseverar en vuestro santo amor y servicio, hasta el fin de mi vida. Amén. 


San Miguel Arcángel, defiéndenos en la batalla. Sé nuestro amparo contra las perversidad y asechanzas del demonio. Reprímale Dios, pedimos suplicantes, y tu príncipe de la milicia celestial arroja al infierno con el divino poder a Satanás y a los otros espíritus malignos que andan dispersos por el mundo para la perdición de las almas. Amén. 


Divino Jesús, que quieres que pidamos al Señor de la mies que envíe a ella buenos operarios, dígnate suscitar en tu Iglesia y en particular en esta diócesis muchos y santos sacerdotes, que siéndolo en todo según tu Corazón, procuren celosamente por su sagrado ministerio la gloria de tu Padre Celestial y la salvación de las almas redimidas por tu Sangre preciosa. Amén. 


María, Madre amorosísima de los hombres, danos sacerdotes, danos sacerdotes santos. Amén. 


Dice San Juan Mª Vianney: 
«La oración es la elevación de nuestro corazón a Dios, una dulce conversación entre la criatura y su Criador». (Sermón sobre la oración). «Con la oración todo lo podéis, sois dueños, por decirlo así, del querer de Dios». (Sermón sobre la perseverancia). «La oración abre los ojos del alma, le hace sentir la magnitud de su miseria, la necesidad de recurrir a Dios y de temer su propia debilidad». (Sermón sobre la oración). «Todos los males que nos agobian en la tierra vienen precisamente de que no oramos o lo hacemos mal». (Sermón sobre la oración). 


Mensaje, 25 de marzo de 1995

“¡Queridos hijos! Hoy los invito a vivir la paz en sus corazones y en sus familias. No hay paz, queridos hijos, donde no hay oración; y no hay amor donde no hay fe. Por eso hijitos, los invito a todos a decidirse de nuevo hoy por la conversión. Yo estoy cerca de ustedes y los invito a todos, hijitos, a mis brazos para ayudarles. Pero ustedes no quieren y así, Satanás los tienta y en las cosas más pequeñas, su fe desaparece. Por eso, queridos hijos, oren y a través de la oración tendrán la bendición y la paz. Gracias por haber respondido a mi llamado!”


Súplica milagrosa del Santo Cura Vianney de Ars
«Oh Madre de Jesús, por Tus incomensurables dolores durante la pasión y muerte de Tu Hijo divino, y por las amargas lágrimas que derramaste, te pido que ofrezcas en sacrificio el cuerpo santo, cubierto de heridas y de sangre de nuestro Redentor, junto con Tus dolores y lágrimas, al Padre Celestial, para la salvación de las almas y para adquirir las gracias que te pido suplicante …..» 

Súplica a María Santísima

«Que el mundo entero se arrodille ante Ella que lleva el Nombre Sagrado: Madre de Dios. En Su Vientre Inmaculado, Ella Me glorificó a Mí, al recibirme, el Cordero sin mancha, haciendo un santuario para el Santuario. Ven y canta una nueva canción en Su Honor. Que todos los que viven en la tierra veneren Su Inmaculado Corazón, el Altar en el que Yo fui concebido y donde también Me convertí en Hombre-Dios. Aquel día en que fui concebido por el Espíritu Santo en Su Vientre virginal, todos los demonios se paralizaron, con terror. Cuando Yo, Dios, descendí para ser concebido por el Espíritu Santo y nacer de la Virgen María, ¡Yo vine a Mi cielo! Descendí de un cielo al otro, dejé un trono para sentarme en el otro.»


ORACIÓN POR LOS SACERDOTES 
Omnipotente y eterno Dios, mira el rostro de tu Divino Hijo y por amor a Él, ten piedad de tus sacerdotes. Recuerda que no son sino débiles y frágiles criaturas, mantén vivo en ellos el fuego de tu amor y guárdalos para que el enemigo no prevalezca contra ellos y en ningún momento se hagan indignos de su santa vocación. Te ruego por tus sacerdotes fieles y fervorosos, por los que trabajan cerca o en lejanas misiones y por los que te han abandonado. ¡Oh Jesús! te ruego por tus sacerdotes jóvenes y ancianos, por los que están enfermos o agonizantes y por las almas de los que estén en el purgatorio. ¡Oh Jesús! te ruego por el sacerdote que me bautizó, por los sacerdotes que perdonan mis pecados, por aquellos a cuyas misas he asistido y asisto, por los que me instruyeron y aconsejaron, por todos para los que tengo algún motivo de gratitud. ¡Oh Jesús! guárdalos a todos en tu Corazón, concédeles abundantes bendiciones en el tiempo y en la eternidad Amen.

 Sagrado Corazón de Jesús, bendice a tus sacerdotes Sagrado Corazón de Jesús, santifica a tus sacerdotes Sagrado Corazón de Jesús, reina por tus sacerdotes. María, madre de los sacerdotes, ruega por ellos. Dadnos Señor vocaciones sacerdotales y religiosas. 


Oremos con el Padre Slavko

Dios, Padre nuestro, gracias porque Tú eres nuestro Padre y porque nos has llamado a ser Tus hijos. Gracias porque nos has revelado Tu amor por medio de Jesucristo, Tu Hijo, que se hizo hombre. Te alabamos por la misericordia que nos has mostrado en El. Te damos gracias porque nos has prometido enviarnos a Tu Espíritu Santo y especialmente por habernos enviado a María para que pueda guiarnos en este tiempo de gracia. Te pedimos, oh Dios, Padre nuestro, que abras nuestros corazones y nos liberes de todo lo que nos cierra a Ti. Danos la gracia de regocijarnos con Tu Palabra. Danos la gracia de poder entenderla y aceptar Tu voluntad sin miedo. Especialmente, Te pedimos que abras los corazones de todos los cristianos bautizados a Tu Palabra durante este Adviento, a fin de que podamos ser muy conscientes de que Tú nos has enviado al mundo a mostrar a otros Tu amor. Danos la fortaleza de vivir con nuestras manos gozosamente extendidas, para que quienes no Te conocen puedan llegar a hacerlo. Danos la gracia de ser siempre conscientes, en cualquier situación, que somos cristianos y amarte por sobre todas las cosas. Te suplicamos, bendice al Papa y a todos los Obispos, a todos los Sacerdotes, a todos los padres de familia y maestros para que puedan estar abiertos a Tu Palabra y servir y ayudar a quienes les has confiado para llegar a conocerte como Padre. Haz que todos vivamos en este mundo responsable y conscientemente. Danos la gracia de ser hombres y mujeres de buena voluntad, a fin de que durante este nuevo tiempo seamos Tus manos en este mundo. Todo esto Te lo pedimos Padre, por Jesucristo Nuestro Señor y por el Espíritu Santo. Amén.

Fray Slavko , Medjugorje, Noviembre 27 de 1997


ORACIÓN DEL SANTO CURA DE ARS 
Te amo, Oh mi Dios. Mi único deseo es amarte Hasta el último suspiro de mi vida. Te amo, Oh infinitamente amoroso Dios, Y prefiero morir amándote que vivir un instante sin Ti. Te amo, oh mi Dios, y mi único temor es ir al infierno Porque ahí nunca tendría la dulce consolación de tu amor, Oh mi Dios, si mi lengua no puede decir cada instante que te amo, por lo menos quiero que mi corazón lo repita cada vez que respiro. Ah, dame la gracia de sufrir mientras que te amo, Y de amarte mientras que sufro, y el día que me muera No solo amarte pero sentir que te amo. Te suplico que mientras más cerca estés de mi hora Final aumentes y perfecciones mi amor por Ti. Amén. 


ORACION POR LA SANTIFICACIÓN DE LOS SACERDOTES 

De Santa Teresita del Niño Jesús 
Oh Jesús que has instituido el sacerdocio para continuar en la tierra, la obra divina de salvar a las almas, protege a tus sacerdotes (especialmente a: …………..) en el refugio de tu SAGRADO CORAZÓN. Guarda sin mancha sus MANOS CONSAGRADAS, que a diario tocan tu SAGRADO CUERPO, y conserva puros sus labios teñidos con tu PRECIOSA SANGRE. Haz que se preserven puros sus Corazones, marcados con el sello sublime del SACERDOCIO, y no permitas que el espíritu del mundo los contamine. Aumenta el número de tus apóstoles, y que tu Santo Amor los proteja de todo peligro. Bendice Sus trabajos y fatigas, y que como fruto de Su apostolado obtenga la salvación de muchas almas que sean su consuelo aquí en la tierra y su corona eterna en el Cielo. Amén”