Estén prevenidos

Estén prevenidos

21 de noviembre de 2023 0 Por Gospa Chile

De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado…

Meditación Grupo «Peregrinos de María»

Padre Patricio Romero


Evangelio según San Mateo 24,37-44. 

En aquél tiempo Jesús dijo a sus discípulos:

Cuando venga el Hijo del hombre, sucederá como en tiempos de Noé.

En los días que precedieron al diluvio, la gente comía, bebía y se casaba, hasta que Noé entró en el arca; y no sospechaban nada, hasta que llegó el diluvio y los arrastró a todos. Lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre.

De dos hombres que estén en el campo, uno será llevado y el otro dejado.

De dos mujeres que estén moliendo, una será llevada y la otra dejada.

Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor.

Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa.

Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada.


Escuchemos el testimonio de los santos:

San Jerónimo:

¿Quien verá de plenamente la verdadera alegría sino solo aquel que la espera, anhela y pide como don?

El Verbo de Dios, todos los tiempos (pues todas las cosas fueron hechas por El), y sin El nada se hizo ( Jn 1,3) y hallándose contenido el día del juicio en todos los tiempos, ¿cómo puede deducirse que ignora una parte del mismo el que conoce el todo? También hay que decir esto. ¿Qué es más, el conocimiento del Padre o el conocimiento del juicio? Si conoce lo que es más, ¿cómo ignora lo que es menos?

 ( Hch 1): No toca a vosotros saber los tiempos y los momentos que puso el Padre en su propio poder. Con ello da a entender que El lo sabe, pero que no conviene sea conocido por los apóstoles, para que estando siempre inciertos de la venida del Juez, vivan de tal manera todos los días como si hubiesen de ser juzgados en el mismo día.

Se trata de averiguar, cómo se ha dicho anteriormente: «Se levantará gente contra gente y reino contra reino, y habrá pestilencia, y hambres, y terremotos». Y al mencionar ahora las cosas que han de suceder, se diga que son indicios de paz. Pero hay que tener en cuenta que, después de las guerras y de todo lo demás que ha de desolar al género humano, ha de seguir una paz corta, que aparente estar ya tranquilo todo, para que sea probada la fe de los creyentes.

«Dos se encontrarán a un tiempo en el campo, teniendo la misma labor, y como igual sementera; pero no recibirán igualmente el fruto de su trabajo. También en las dos que muelen a un tiempo, debemos entender la sinagoga y la Iglesia, que parecen moler a un tiempo en la ley, y obtener de las mismas Escrituras santas la harina de los preceptos de Dios. O las demás herejías que, o bien de ambos testamentos, o bien de uno de ellos, parecen moler la harina de sus doctrinas.

San Juan Crisóstomo:

Habiendo indicado el Señor todas las cosas que precederán a la venida del Cristo, y habiendo llevado la narración hasta las mismas puertas, quiso guardar silencio acerca del día; por esto dice: «Mas de aquel día ni de aquella hora nadie sabe», etc.

Y para que comprendas que no es efecto de su ignorancia lo que calla, acerca del día y de la hora del juicio, aduce otro pronóstico cuando añade: «Y así como sucedió en los días de Noé, así será también la venida del Hijo del hombre». 

Esto lo dijo dando a entender que vendrá repentina e inopinadamente, y cuando muchos estarán entregados al pecado. Esto mismo dice San Pablo ( 1Tes 5):

 Porque cuando digan: paz y seguridad, entonces les sobrecogerá una muerte repentina. Por lo que añade también aquí: «Porque así como en los días antes del diluvio se estaban comiendo y bebiendo», etc.

Cuando venga el Anticristo, los apetitos más indecentes tendrán aceptación en aquéllos que a la sazón serán hombres inicuos, quienes desesperarán de su propia salvación. 

Y por lo mismo pone un ejemplo a aquellos que estaban construyendo y refugiándose en un  arca eque staba puesta a la vista de todos, prediciendo los males futuros. Mas los hombres malos no lo creían, y se entregaban a la disipación (como si ningún mal hubiese de venir). Y dado que muchos no dan crédito a las cosas futuras, el ejemplo de las pasadas hace creíble lo que se predice.

Triple sentido del «arca»:  (explicación oral)

Fija después otra señal, por la que da a conocer también que aquel día vendrá de una manera impensada, y que no ignora aquel día, cuando dice: «Entonces estarán dos en el campo: el uno será tomado, y el otro será dejado». Con estas palabras da a entender que serán tomados y dejados los siervos y los señores, los ociosos y los que trabajan.

«Dos mujeres molerán, etc.» Estas dos mujeres evocan la antigua Eva y la Nueva Eva, la Jerusalen terrenal y la nueva Jesusalen que es la Iglesia. La muela es la obra de la ley, que son el corazón humano que medita y atiende las Escrituras, pero unos lo hacen renociendo en esa palabra el anuncio y el advenimiento de DIos que se hace carne, pero otros no abren el corazón, no ponen en el Mesias prometido su confianza. Por eso deben vigilar y trabajar en la conversión personal y en la caridad fraterna, para que la humildad de simiento a su confianza.

  La vigilancia del corazón es recordada con insistencia en comunión con la suya. La vigilancia es «guarda del corazón», y Jesús pide al Padre que «nos guarde en su Nombre» (Jn 17,11). El Espíritu Santo trata de despertarnos continuamente a esta vigilancia. Esta petición está referida a la tentación final de nuestro combate en la tierra; pide la perseverancia final. «Mira que vengo como ladrón. Dichoso el que esté en vela» (Ap 16,15). (CEC 2849)


Mensaje, 2 de abril de 2013 

“Queridos hijos, os invito a ser en el espíritu una sola cosa con mi Hijo. Os invito, a que, a través de la oración y de la Santa Misa, cuando mi Hijo se une de manera especial a vosotros, procuréis ser como Él: para que estéis siempre dispuestos como Él a cumplir la voluntad de Dios, y a no pedir que se realice la vuestra. Porque, hijos míos, por la voluntad de Dios sois y existís, pero sin la voluntad de Dios, no sois nada. Yo, como Madre, os pido que con vuestra vida habléis de la gloria de Dios, porque de esa forma también os glorificaréis a vosotros mismos, según su voluntad. Mostrad humildad con todos, y amor hacia el prójimo. Por medio de esa humildad y de ese amor, mi Hijo os ha salvado y os ha abierto el camino hacia el Padre Celestial. Os ruego que abráis el camino al Padre Celestial a todos aquellos que no le han conocido y no han abierto el corazón a su amor. Con vuestra vida abrid el camino a todos aquellos que todavía divagan en busca de la verdad. Hijos míos, sed mis apóstoles que no viven en vano. No olvidéis que vosotros iréis ante el Padre Celestial y le hablaréis de vosotros. ¡Estad preparados! Nuevamente os advierto: orad por aquellos a quienes mi Hijo ha llamado, ha bendecido sus manos y os los ha dado a vosotros. Orad, orad, orad por vuestros pastores. Os lo agradezco. ”


Fuente:  Padrepatricio.com

                 Vatican.va